EL OBSERVADOR LATINOAMERICANO |
En su encíclica Laudato Si, el Papa Francisco habla de una sola crisis socio ambiental, la cual afecta a los sectores más desprotegidos. A través del documento, da muestra de su profunda preocupación por el medio ambiente y las repercusiones que traerá su descuido.
En este sentido, la Red Eclesial Panamazónica se ha convertido en un importante referente del cuidado de la casa común, debido a sus constantes denuncias que afectan la Amazonía y responden al llamado del Santo Padre.
Un ejemplo de ello es la REPAM-Brasil, la cual ha realizado un seminario en la diócesis de Cruzeiro do Sul, región de triple frontera entre Brasil, Perú y Bolivia y que tuvo como objetivo desarrollar trabajos, siguiendo el método ver-juzgar-actuar, para abordar cuatro problemáticas de la región: los grandes proyectos de desarrollo y tierra, la violencia doméstica, el narcotráfico y el saneamiento básico.
Dentro de las reflexiones que dejó el encuentro fue la serie de conflictos, no sólo de Brasil, sino de toda la Amazonía, con los moradores locales y los grandes proyectos agrícolas, mineros, petrolíferos; que pretenden instalarse en la región sin respetar a la comunidad que ahí habite, sin informar sus planes y provocando violencia y contaminación del suelo y agua.
Asimismo, los 126 participantes de la reunión asumieron una serie de compromisos, recogidos en el mensaje final del seminario, que atienden las problemáticas y pretenden crear conciencia de los problemas y amenazas, así como ayudar a las víctimas de la violencia, trata y narcotráficos; también recomendaciones para continuar con el cuidado del medio ambiente.
Carta Compromiso de los participantes del Seminario Laudato Si’ y Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM) de la Diócesis de Cruzeiro do Sul – Acre y Amazonas
Reunidos en Cruzeiro do Sul (Acre), nosotros, los participantes del Seminario Laudato Si’, promovido por la Red Eclesial Pan-Amazónica (REPAM): indígenas, ribereños, agentes de pastoral, sociedad civil, investigadores, religiosas/os, seminaristas, padres y obispos, totalizando 126 participantes, nos sumergimos en nuestra realidad, oímos e intercambiamos experiencias.
A la par de los problemas graves que afectan a la región del Río Juruá y de toda la Pan-Amazonia, discutimos: los grandes proyectos de desarrollo y tierra (1); el narcotráfico (2); la violencia doméstica (3) y el saneamiento básico (4):
1) Grandes proyectos para la Pan-Amazonia y Tierra
A. Referente a los proyectos del tipo Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Florestal (REDD) que se vienen instalando en nuestra región, nos preguntamos: ¿Cómo podemos conseguir el sustento sin poder trabajar la tierra, cazar o pescar? Todavía apuntamos la ausencia de claridad en estos proyectos, los cuales nos causan inseguridad por la falta de regularización de la tierra.
B. En lo que se refiere a la cuestión de la Tierra, estamos preocupados con las ventas indebidas de las mismas, muchas veces tomadas, con la creciente expansión del agronegocio que genera conflictos entre dueños y hacendados, violencia y muerte. La demora de los procesos de regularización fundiaria favorece el no cumplimiento del derecho a la tierra de las comunidades tradicionales. El derecho constitucional de la demarcación de las tierras indígenas en el plazo de cinco años a partir de la Constitución Federal de 1988, hasta hoy no fue cumplido. Al contrario, está amenazado con la tramitación de la PEC (Propuesta de Enmienda Constitucional) 215.
C. En relación a la explotación de petroleo y gas en el Valle del Juruá, la venta del bloque AC-T8 para la Petrobras en 2013 se constituyó como verdadera amenaza. Esta actividad, y principalmente la explotación de gas o petroleo no convencional (fracking), puede contaminar el suelo y el agua y afectar a la vida de las comunidades, así como las demás formas de vida de la floresta.
2) Violencia doméstica
Constatamos el aumento de la violencia doméstica, de la explotación y abuso sexual. La atención en las comisarías es mal realizada. Falta un atendimiento más humanizado.
3) Narcotráfico
Nos preocupa todavía el aumento de crímenes violentos y la destrucción de familias en nuestra región por causa del narcotráfico. La falta de protección y la corrupción facilitan la entrada de traficantes por la triple frontera, en varios casos atravesando las tierras indígenas. La región fronteriza no suficientemente vigilada se convierte también en palco propicio para la explotación y trata de personas.
No podemos dejar de manifestarnos sobre la actual propuesta de reforma de las pensiones y tercerización que vulnera, particularmente, los más pobres y agrava todavía más la situación de exclusión y pérdida de derechos en la Amazonia.
4) Saneamiento básico
Grandes problemas referentes al saneamiento básico son la inexistencia de una estación de tratamiento de agua y deshechos en toda la región del Valle del Juruá y la ausencia de vertederos de residuos. No se cumple un calendario de recogida de basura y no hay programas de educación para que las personas mantengan nuestra Casa Común limpia.
El Papa Francisco expresa un cariño especial a los pueblos indígenas. El mayor número de pueblos aborígenes en Brasil se encuentra en la Amazonia. El Papa afirma: “Es indispensable prestar una atención especial a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales. No son apenas una minoría entre otras, sino que deben convertirse en los principales interlocutores, especialmente cuando se avanza con grandes proyectos que afectan sus espacios” (LS 145). La defensa que el Papa asume en relación a los pueblos indígenas se extiende también a los descendientes de esclavos con sus culturas ancestrales.
La Carta Encíclica Laudato Si’ nos dio esperanza e iluminó en la reflexión sobre esa situación precaria. “Vivimos ya mucho tiempo en la degradación moral, descartando la ética, la bondad, la fe, la honestidad; llegó el momento de reconocer, que esa alegre superficialidad de poco nos sirvió” (LS 229).
Reconocemos, a partir de Laudato Si’, que es imprescindible la tarea de organismos internacionales y la organización de nosotros como sociedad civil e Iglesia, “en la sensibilización de las personas, en la colaboración de forma crítica, inclusive utilizando legítimos mecanismos de presión, para que cada gobierno cumpla el deber propio y no delegable de preservar el medio ambiente y los recursos naturales de su país, sin venderse a intereses espurios locales o internacionales” (LS 38).
Comprometidos con la defensa de la vida en la Amazonia y la promoción de la paz y la armonía en la casa común, el hogar de todos, asumimos:
1) Grandes Proyectos y regularización fundaría
Exigimos que sean realizadas reuniones para consulta libre, previa e informada, junto con organizaciones de apoyo de órganos competentes como: MPF (Ministerio Público Federal), con base en la convención 169 de la OIT Art. 6º y en la Constitución Federal, Art. 231 y 232. Insistimos en la concientización de los riesgos de la explotación de gas y petroleo y en las denuncias a nivel internacional en relación a la violación de los derechos a la tierra.
2) Violencia doméstica
Fortaleceremos y crearemos grupos de familias vulneradas por la violencia doméstica (ej.: Alcohólicos Anónimos, Grupo Esperanza Viva, etc.), con ayuda de la Pastoral Familiar, organizaciones y especialistas en el asunto.
3) Narcotráfico
Desenvolveremos un trabajo integrado entre iglesias, sociedad y los organismos gubernamentales (federales, estatales, municipales) a nivel de frontera (Perú y Bolivia) en el combate a la violencia y explotación sexual, trata de personas y narcotráfico.
4) Saneamiento básico
Exigimos al poder público un plan de saneamiento básico y efectivo donde ya existe.
Firmaremos convenios con instituciones para realizar campañas de educación ambiental, en el cuidado de la Casa Común.
Asumimos estos compromisos porque creemos en el mensaje del Papa Francisco: “La esperanza nos invita a reconocer que siempre hay una salida, siempre podemos cambiar el rumbo, siempre podemos hacer alguna cosa para resolver los problemas” (LS 61).
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