Modernas aprehensiones
“El estrés no es más que un tipo de enfermedad socialmente aceptable”. Doctor Richard Carlson
Karen Gutiérrez, Licenciada en Nutrición
Situaciones de estrés se nos presentan frecuentemente de distintas maneras: en el trabajo, durante el tráfico, en el hogar, en el estudio, por problemas de salud, etc.
El estrés desencadena ciertas reacciones en nuestro cuerpo; por ejemplo, la secreción de hormonas como la adrenalina y el cortisol. Estas hormonas ayudan a nuestro cuerpo a estar en estado de “alerta”. La presión arterial se eleva, aumenta el ritmo cardíaco y se elevan los niveles de azúcar en la sangre.
A corto plazo, la respuesta al estrés es un tanto normal en el día a día; pero, cuando ya se ha vuelto crónico, puede desencadenar daños más graves, como riesgo de enfermedades del corazón, problemas digestivos, situaciones negativas emocionales, como depresión y frustración, entre otros problemas de salud.
Cuando intentamos calmar el estrés con comida, el problema es que terminamos abusando de alimentos que, por lo general, no son tan saludables, como pueden ser los productos altamente azucarados, los procesados y altos en grasa saturada. Esto también dificulta el proceso digestivo y afecta nuestra salud.
Desestresar tu mente y cuerpo a través de la meditación y el ejercicio físico, son factores importantes para la salud en general. El ejercicio diario ayuda a mejorar la función del corazón y también disminuye el riesgo de enfermedades.
Qué puedo hacer para manejar
el estrés?
Algunas actividades que puedes iniciar para gestionar mejor las situaciones de estrés, son:
1- Dedica y disfruta diariamente algún momento de paz en tu día (pueden ser de 2 a 5 minutos) para calmar un poco tu mente, respirando profundo y de manera consciente, sólo concentrándote en tu respiración. Tal vez al inicio se te dificulte un poco; pero, con la práctica, llegarás a disfrutar esos momentos de quietud en tu día.
2- Muévete. La actividad física es un gran remedio para el estrés. Intenta incluirla en tu rutina diaria (aunque sean 15-20 minutos diarios de tu actividad favorita, y elige la que más disfrutes).
3- Duerme de 7 a 8 horas diariamente. Necesitamos recuperar energía para realizar todas nuestras actividades cotidianas. Dormir lo necesario mejora la capacidad para darle frente al estrés.
4- Abstente, lo más posible, de sustancias que alteren tu estado, como por ejemplo la cafeína, el azúcar, el alcohol y el cigarro. Estos recursos, desafortunadamente, a menudo son utilizados para afrontar el estrés, y de los peores para manejarlo, ya que tienden a alterar todavía más el estado del organismo.
5- Intenta llevar una alimentación lo más natural y balanceada posible; que tu desayuno sea completo; mantente hidratado (multiplica tu peso en kilos por 0.33 para saber cuánta agua debes tomar); mastica bien tus alimentos (30 segundos por bocado); cena ligero (si te es posible, 3 horas antes de dormir); agrega verduras a tus tres tiempos de comida principales de manera creativa. Siempre es posible.
6- Alimenta tu cerebro: Incluye carbohidratos “buenos” (cereales integrales, leguminosas y frutas) , ácidos grasos insaturados (omega-3, salmón, chía, linaza, aguacate) y Vitaminas del Complejo B (sobre todo en cereales integrales, carnes rojas y blancas)
“La mayor arma contra el estrés es nuestra capacidad de elegir un pensamiento sobre otro”.
William James.

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