El tema de los abusos sexuales contra menores por parte de algunos miembros del clero ha regresado a la escena pública a raíz de dos hechos recientes: la publicación de los resultados de investigaciones gubernamentales sobre este tema realizadas en instituciones de distinta índole en Australia (entre ellas también la Iglesia católica) y la renuncia de la señora Marie Collins a la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores.
Los dos hechos han dado pie a todo tipo de conjeturas respecto al número de abusadores (sacerdotes católicos involucrados) que hay en la Iglesia y sobre si el hecho del celibato eclesiástico es una causal que deriva en abuso.
Los datos completos más recientes y públicos son los proporcionados en dos momentos por la misma Iglesia para dos lapsos de tiempo distintos: el primero es el que dio el entonces promotor de justicia de la Congregación para la Doctrina de la fe, Charles Scicluna (ahora arzobispo de Malta). De 2001 a 2010 se recibieron acusaciones tocantes a 3,000 casos de sacerdotes sobre delitos cometidos en los últimos 50 años. El 60% de esos casos dicen relación no a pedofilia sino a efebofilia (atracción sexual por adolescentes del mismo sexo), el 30% a relaciones heterosexuales y el 10% a verdaderos casos de pedofilia (determinados por atracción hacia niños).
El segundo es el aportado por la Santa Sede ante el 52o Comité de las Naciones Unidas contra la tortura: entre 2004 y 2013 884 personas han sido reducidas al estado laical (han "dejado" de ser sacerdotes) mientras que 2,572 sacerdotes más han afrontado medidas disciplinares como la restricción del ejercicio de su ministerio. Ambos datos dan un resultado de 3,456 sacerdotes que han cometido abuso de distinto tipo en 10 años. Considerando que el anuario estadístico de 2015 evidencia que en el mundo hay 415.348 sacerdotes, el problema, sin dejar de ser problema, se redimensiona.
Respecto al tema del celibato como causal ha declarado un eminente psiquiatra alemán, el doctor Manfred Lütz: "Todas las profesiones y las instituciones que en alguna manera tienen relación con menores están tocadas por el fenómeno. Algunos dicen que hay un vínculo entre pedofilia y celibato. Científicamente esta teoría no tiene ningún fundamento. La abstinencia sexual en particular no provoca actos de abuso. Un científico ateo muy conocido en Alemania ha dicho que la posibilidad de que un sacerdote cometa abuso es 36 veces menor respecto a un padre de familia" (véase "Il teologo e psichiatra tedesco ci dice cose sagge sulla pedofilia tra i preti", 10.03.2010).
No deja de ser cierto que un solo caso de abuso es ya mucho, especialmente en la Iglesia, como tampoco deja de ser significativo que informaciones como las llegadas desde Australia redimensionen el problema en zonas geográficas muy concretas (ha sucedido en el pasado en Estados Unidos y en Irlanda). Los hechos, sin embargo, no deberían simplificar los datos.
N.B.: Y aquí algunas datos más que ofrecen unmotivo para reflexionar:
El 95% de abusos a niños se da en el seno familiar - (La Prensa, Honduras)
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