In memoriam, Rosma
Entonces dijo Pedro a Jesús: «Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?» Jesús les dijo: «En verdad les digo, cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el Trono de su Gloria, también ustedes, los que me han seguido, se sentarán en doce Tronos para juzgar a las Doce Tribus de Israel.
Todo el que por Mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras,
recibirá cien veces más y heredará la Vida Eterna» (Mt 19, 27-29).
Pbro. Eduardo Michel Flores,
Coordinador de la
Animación Bíblica de la Pastoral.
Entregar la vida a la Causa de Cristo esperando recibir de Él el ciento por uno y luego la Vida Eterna, es la experiencia de muchos cristianos laicos que desde su condición en la Sociedad entregan sus mejores energías a trabajar por el Reino de Dios. Están seguros de que Dios les recompensará con creces su entrega en este mundo, y luego les dará en el otro mundo la Vida Eterna, prometida al siervo bueno y fiel.
Ese fue el caso de Rosma (la Lic. Rosa María Flores Saiffe Ruvalcaba), una persona excepcional. Todos lo que la conocimos sentimos admiración y aprecio por ella, por su fe, por su tenacidad ante la adversidad, por su firmeza ante las pruebas de la vida, por su carácter firme e inquebrantable, por su honestidad y su sinceridad, por su trabajo dedicado y responsable, por su alegría y su entusiasmo.
Fiel testigo
Rosma fue un ejemplo a seguir en muchos sentidos; una laica comprometida con su Iglesia. Sin límites ni restricciones, era capaz de darlo todo por el Señor. Para mí siempre fue muy inspirador verla luchar: a pesar de sus limitaciones para servir a los demás, trabajó incansablemente en la difusión del Evangelio en las Misiones en las que participaba con tanto entusiasmo.
Fue Maestra de muchos, especialmente Maestra de Biblia en el Instituto Bíblico y en varias Escuelas Bíblicas; una gran colaboradora en la Pastoral Bíblica, luego llamada Animación Bíblica Pastoral; fue Secretaria en tiempo del Padre Fidel Martínez Ramírez, luego del Padre Juan Carlos Barboza Villaseñor, y luego de un servidor (Padre Eduardo Michel Flores). Asistía puntualmente a reuniones diocesanas y a eventos nacionales de la Palabra de Dios.
Quiero dejar constancia de su invaluable contribución al servicio y difusión de la Palabra de Dios en la Arquidiócesis de Guadalajara, y manifestar la gratitud que la Animación Bíblica de la Pastoral siente hacia ella. Además de ser una fiel y leal colaboradora, fue una gran amiga y un excelente ser humano. Creo que no podemos agradecer lo suficiente por todo lo que hizo; pero, sin duda, Dios ya la ha recompensado por todos sus esfuerzos y trabajos. ¡Descansa en paz, estimada Rosma!
Una vida entera
También fue activa en la pastoral parroquial en su comunidad del Santísimo Redentor, donde participaba en el Equipo de Liturgia como monitora. Se desempeñó como Secretaria de la ABM (Asociación de Biblistas Mexicanos), y de la FECCEFOBI (Federación Católica de Centros de Formación Bíblica), así como de la Pastoral Profética de la Arquidiócesis de Guadalajara, entre otras muchas encomiendas y servicios que realizó. Participó en las Asambleas Diocesanas de Pastoral los últimos cinco años, plenamente consciente de que el laico debe realizar un papel decisivo en la Evangelización, como nos recuerda el Concilio Vaticano II; no como una concesión de la Jerarquía, sino como un derecho propio de los bautizados. Sirva de ejemplo a muchos otros laicos en su dedicación a la Causa del Evangelio.

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