Según el Informe Anual de 2016 de la Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal, 2.711 personas recibieron atención en 67 casas de acogida durante sus permisos penitenciarios o tras la puesta en libertad, y otros 6.208 presos se beneficiaron de ayudas económicas.
El total de las ayudas repartidas asciende a 205.576 euros.
El trabajo pastoral realizado por la Iglesia Católica en España es posible gracias a una amplia red de más de 2.000 voluntarios, de los cuales 1.918 trabajan dentro de las prisiones, y 421 fuera.
Gracias a ellos se han podido emprender 829 programas dentro de las prisiones, que cubrían aspectos religiosos, sociales y jurídicos de los presos, y 122 programas fuera de las prisiones.
De los casi 9 mil encarcelados a los que se les prestó ayuda, 5.529 eran españoles, y 3.390, extranjeros. Además, se han repartido 6.516 paquetes de ropa entre los internos de los centros penitenciarios.
El estudio se realizó gracias a las encuestas realizadas entre 83 prisiones, pudiendo recabar hasta un 90 % de los datos solicitados. En total, han colaborado 56.569 internos.
El Director del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española destaca en el informe “la importancia del compromiso humano con esta pastoral”, y recordó que “sacerdotes, laicos, religiosas y religiosos, somos el rostro del evangelio en la cárcel, y el instrumento de la iglesia diocesana en prisión. Los voluntarios de prisiones son los brazos, los ojos, los oídos, la boca de la Iglesia en prisión”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 27 de mayo de 2017
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