Jorge Rocha
Tenemos en Jalisco varios procesos que están poniendo en rejuego a los mecanismos de participación ciudadana que se están implementando. Por un lado, la ratificación de mandato que hicieron los municipios gobernados por el Partido Movimiento Ciudadano (MC), por otro, persiste el debate en torno a la consulta popular que se realizó en Guadalajara a propósito de la ciclopista de la Avenida Marcelino García Barragán y la que recientemente se aprobó en Zapotlán El Grande, también sobre una ciclopista. Aunado a esto llegaron al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco (IEPCJ) más de veinte solicitudes de revocación de mandato de distintos presidentes municipales, de las cuales pasaron a una segunda fase seis de estas peticiones. Es decir, los mecanismos aprobados recientemente empiezan a mostrar sus virtudes, pero también sus problemas.
Comparto reflexiones con el ánimo de contribuir a mejorar estas herramientas ciudadanas.
1. La consulta popular tiene que prever claramente que no se pueden someter a este tipo de procesos los derechos humanos contemplados en el marco jurídico local, nacional e internacional, esto con el propósito de mantener los estándares más altos en este ámbito y para implementar la reforma constitucional en esta tuvimos en México en 2011. Además, tiene que ajustarse la legislación para clarificar el propósito de las consultas populares y diferenciarlas de mecanismos como el referéndum o el plebiscito. Quizá coincidan en la materia de cuestionamiento pero su temporalidad puede ser diferente, por ejemplo, las consultas pueden implementarse antes de los procesos; y el plebiscito o referéndum se realizan sobre actos consumados. Para este asunto los legisladores tienen mucho que trabajar para evitar experiencias fallidas por los vacíos que ahora tiene esta ley.
2. Sobre las solicitudes de revocación de mandato en proceso, hay que seguir de cerca su desarrollo para hacer una ponderación profunda sobre este mecanismo, sin duda, uno de los más controvertidos dentro de las series de figuras de participación ciudadana aprobados el año pasado.
3. Me parece que la ratificación de mandato necesita ajustes para que tenga una utilidad social fuera de duda. En primer lugar, el sujeto de ratificación y de evaluación debería ser la administración pública municipal en su conjunto, no sólo los presidentes municipales; representaría un proceso más completo y evitaría cualquier intento de propaganda electoral. Además, se deberían evaluar los principales servicios que ofrece el Ayuntamiento con el fin de mejorar sus procesos de gestión pública. Ahora mismo, la ratificación no genera ningún cambio a la administración (salvo que el presidente municipal no sea ratificado). Esta forma de evaluar otorgaría una visión más clara y precisa de los asuntos que inconforman a los ciudadanos. Con estos elementos, me parece, el incentivo de participación de la gente aumentaría, porque sus votos tendrían un efecto real y concreto.
Es una gran noticia que en Jalisco debatamos estos asuntos, porque significa que los mecanismos de participación ciudadana están a prueba y es allí donde podemos refrendar sus virtudes y reconocer sus falencias con el fin de mejorar la legislación local. Desde esta perspectiva, enhorabuena las experiencias y bienvenido el debate, que seguramente abona a la mejora de nuestra democracia.
Correo electrónico: jerqmex@hotmail.com
Publicar un comentario