Desde el Gobierno nadie es capaz de responder a la pregunta que ahora se hacen tantos los ciudadanos como los 'vigilantes' de la ONU. '¿Dónde están?'Pero nadie desde el Gobierno es capaz de responder a la pregunta que ahora se hacen tantos los ciudadanos como los 'vigilantes' de la ONU. '¿Y dónde están?', nadie lo sabe. Lo que sí se sabe, según apunta el informe de la ONU, es que ha habido un repunte de bandas criminales en las zonas que antes controlaban las FARC y que ahora deberían ser zonas de paz. Todo esto justo un año después de que el presidente Santos impusiera los acuerdos de paz tras perder el referéndum en el que el pueblo colombiano rechazó el pacto con los terroristas. Y justo en medio de las negociaciones de Santos por repetir el pacto con el otro grupo terrorista de Colombia: el ELN. Los acuerdos con las FARC son irreversibles, aunque el tiempo muestre que los acuerdos han sido fallidos, pero tal vez la mala experiencia con las FARC y las elecciones presidenciales terminen por frenar la 'nueva paz' con el ELN.
La otra cara de la moneda
La tarea de Santos y Timochenko se encuentra ahora en defender lo pactado, por ello, ante las críticas, este domingo tuvieron una fructífera reunión de más de cuatro horas en la que ambos salieron viendo el vaso medio lleno. A pesar de que el propio Timochenko, ex terrorista y ahora candidato presidencial, reconoció que algunos exmiembros de su grupo terroristas habían abandonado ante la pérdida de fe por la falta de cumplimientos de los acuerdos, tras la reunión salió más contento porque se hizo "una revisión de los temas más importantes". "La conclusión es que todos estamos de acuerdo en que el vaso está medio lleno y lo vamos a llenar entre todos". Las palabras del presidente fueron por el mismo camino. "El vaso está medio lleno", destacó, "y vamos a llenarlo con un esfuerzo juntos de las dos partes". Claro que la credibilidad que tienen Santos y Timochenko con lo del vaso es cero. Porque el primero articuló una falsa paz (al alimón con la Cuba de Raúl Castro) que sólo ha servido para dar impunidad a los terroristas; y el segundo es un forajido con 17 órdenes de captura y condenas por parte de la Justicia equivalentes a 178 años de cárcel, que reciclado en político, va a presentarse como candidato a las elecciones en 2018. ¿Cómo fiarse de ellos?, ¿cómo esperar que la paz vuelva a Colombia cuando andan sueltos más de 4.000 terroristas probablemente armados hasta los dientes?Te puede interesar:
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