Así lo indicó el Prelado el 19 de febrero ante los miles de fieles que durante estos días peregrinan al Santuario de la Virgen de Guadalupe en Ciudad de México.
Mons. Martínez hizo esta afirmación algunos días después de que se registrara un nuevo sismo en el país de 7,2 grados de magnitud, el pasado viernes 16 de febrero, al que le siguieron una serie de réplicas.
En sus palabras a los participantes, el Obispo dijo que “este es un buen momento para pedirles a todos peregrinos y los que no pudieron salir, pero que desde casa se unen a la peregrinación, a que pidamos mucho por vivir el reino de Dios”.
El Prelado resaltó que “estamos en las manos de Dios y tenemos que aceptar contratiempos, por lo que pedimos que Dios nos ilumine. Él quizás nos habla a través de los sismos y nos recuerda que tenemos que pensar en lo trascendente y la vida eterna, pues nuestro destino no está aquí sino en el cielo”.
Según señala un medio local, Mons. Martínez explicó que los peregrinos que parten de Toluca son unos 40 mil y que otros 30 mil se irán sumando en el camino.
Tras afirmar que caminar para ir a encontrarse con la Virgen de Guadalupe es como cuando un hijo que trabaja fuera, va a casa a visitar a su mamá.
“Durante el camino tenemos que sentirnos como una verdadera familia, como hijos de Dios que luchan por vivir en comunión a través de la oración, el canto de alabanzas y ayudándose los unos a los otros”, destacó el Prelado mexicano.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 19 de octubre de 2017
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