Pbro. Fidencio Avellaneda Reynoso
En el Estado de Guerrero, la paz solo está en el silencio de los sepulcros, situación que como Buen Pastor desea cambiar el Obispo de Chilpancingo- Chilapa, Monseñor Salvador Rangel Mendoza, así lo señaló el padre Benito Cuenca, encargado de la Pastoral de la Comunicación de la diócesis.
Entrevistado a propósito de la situación social que se vive en aquella diócesis, el también vocero, comentó que el trabajo pastoral del obispo Rangel Mendoza, promueve la paz y la construcción de una mejor sociedad, y asegura que hay avances tras las pláticas que ha tenido Mons. Rangel con más de cinco grupos de delincuencia organizada para lograr una tregua en la Sierra de Guerrero.
En coordinación con comisarios y poblaciones vecinas, trabajan en la propuesta que presentarán al candidato ganador de las elecciones presidenciales, Andrés Manuel López Obrador, para lograr la paz en la zona de la Sierra.
Comentó también, que entre las peticiones que harán al presidente electo, se encuentra el considerar la amnistía para los sembradores de amapola ahora presos y la legalización de su cultivo.
“El señor Obispo les pidió en el mes de abril, a los integrantes de los grupos criminales, que no hubiera más asesinatos de candidatos y ellos prometieron que iban a hacerlo, que iban a dejar una elección libre y que no se iban a meter”.
En los últimos años, la Sierra de Guerrero se ha visto afectada por asesinatos, enfrentamiento y desapariciones, crímenes originados por la guerra de territorios entre los cárteles que tienen presencia en la zona.
Durante una visita pastoral a la comunidad de Los Morros, en el municipio de Chichihualco, Guerrero, Rangel Mendoza detalló que, “Se está buscando que haya una tregua entre las distintas partes, porque la gente está sufriendo mucho. Han sucedido cosas de un lado y de otro, creo que lo que conviene para todos es una tregua, me están pidiendo una tregua y ojalá que todos podamos cooperar y ayudar a toda la Sierra”.
Frente a los narcos, los sacerdotes de la zona, consideran que el trabajo pastoral, además de formar y administrar los sacramentos, consiste en “poder entrar y hacerles ver a ellos que el estilo de vida que están llevando, producen un retroceso en la vida, un estancamiento; porque ya nadie se atreve ni a salir de la montaña, por miedo de los retenes del ejército, y el miedo a las otros grupos del crimen organizado que operan en el Estado.
Como religioso franciscano, Monseñor Rangel dialogará con el lobo cuantas veces sea necesario, para procurar la paz. Considera que desde comunidades parroquiales, se debe apoyar la reconciliación, y la paz, tendiendo puentes entre victimarios y víctimas para sanar heridas. La Iglesia en Guerrero, es consciente de las de grandes dificultades por superar, para los sacerdotes y religiosas de Guerrero, existe la urgencia, el derecho y el deber de buscar la paz.
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