En un mensaje enviado a los participantes en la III Conferencia Internacional Catholica Theological Ethics in the World Church que se celebra en Sarajevo, Bosnia y Herzegovina, del 26 al 29 de julio de 2018, el Santo Padre resaltó “la necesidad de construir puentes, no muros” en una sociedad que atraviesa grandes retos con fenómenos como la migración ocasionada por las guerras y las penurias económicas.
“Sin renunciar a la prudencia, estamos llamados a reconocer cada signo y movilizar toda nuestra energía para eliminar los muros de división y construir puentes de fraternidad en todo el mundo”, afirmó
En este sentido, apuntó que la cuestión de la ética teológica “puede dar su propia contribución específica” a la necesidad de construir puentes. “Encuentro incisiva vuestra propuesta de crear una red entre personas en los diversos continentes que, con diferentes modalidades y expresiones, puedan dedicarse a la reflexión ética en una clave teológica en un esfuerzo para encontrar recursos nuevos y efectivos”.
Francisco aseguró que “con tales recursos, se pueden llevar a cabo análisis adecuados, pero, lo que es más importante, se pueden movilizar energías para una praxis compasiva y atenta a situaciones humanas trágicas, preocupada por acompañarlas con un cuidado misericordioso”.
“Para crear una red así, es urgente construir puentes entre vosotros, compartir ideas y programas, y desarrollar formas de acercamiento. Huelga decir que esto no significa luchar por la uniformidad de los puntos de vista, sino más bien buscar con sinceridad y buena voluntad una convergencia de propósitos, con apertura dialógica y con la discusión de perspectivas diferentes”.
El Papa animó a los participantes, como expertos en el campo de la ética teológica, “a apasionaros por este diálogo y a trabajar en red. Este enfoque puede inspirar análisis que serán aún más perspicaces y atentos a la complejidad de la realidad humana”.
“Vosotros mismos aprenderéis cada vez mejor cómo ser fieles a la palabra de Dios que nos desafía en la historia, y a mostrar solidaridad con el mundo, que no estáis llamados a juzgar sino, más bien a ofrecerle nuevos caminos, acompañar itinerarios, restañar heridas y sostener debilidades”, finalizó.
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