En su cuenta de Facebook, la Arquidiócesis de Managua informó que el Purpurado “exhortó al pueblo a no contestar el mal, no dejarse provocar”, pues “el odio lo podemos vencer con el amor que Cristo nos da a cada uno de nosotros”.
La iglesia Santiago Apóstol de Jinotepe, en el departamento de Carazo, fue atacada el 9 de julio. Ese día simpatizantes del Gobierno de Daniel Ortega también agredieron al Cardenal Brenes, a Mons. Silvio Báez y al Nuncio Apostólico, Mons. Waldemar Stanislaw Sommertag, durante su visita apostólica a Diriamba.
Los paramilitares y simpatizantes del régimen profanaron y saquearon la parroquia Santiago Apóstol. Además agredieron al vicario, P. Edgar Eliseo Vargas, y al P. Jalder Hernández.
La Misa de desagravio fue celebrada ayer 25 de julio en “desagravio por los actos irrespetuosos realizados en días atrás por personas simpatizantes del gobierno”, indicó la Arquidiócesis de Managua.
Los fieles, indicó, recibieron emocionados al Cardenal y a los sacerdotes que lo acompañaron. El Purpurado “agradeció estos gestos de cercanía, oración y cariño por los obispos y sacerdotes”.
Obispos envían carta a Ortega
Por su parte, el Obispo de Jinotega, Mons. Carlos Herrera, informó que los obispos de Nicaragua acordaron enviarle una carta al presidente Ortega para “saber si en realidad quiere que continuemos como mediadores y testigos” del diálogo nacional propuesto por el mandatario en abril.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se reunió el lunes y, según indicó Mons. Herrera a El Nuevo Diario, la carta “fue un acuerdo” de los obispos y “dependiendo de la respuesta, se verá si continuamos o no. Una vez que tengamos la respuesta del presidente, se verá sobre la convocatoria del diálogo”.
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