“Queridas mamás: como Santa Mónica, no os desaniméis nunca; rezad incansablemente por vuestros hijos”, escribió hoy el Santo Padre.
Queridas mamás: como Santa Mónica, no os desaniméis nunca; rezad incansablemente por vuestros hijos.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) 27 de agosto de 2018Santa Mónica, cuya fiesta se celebra este lunes 27 de agosto, es la madre de uno de los santos católicos más importantes, que es además doctor de la Iglesia: San Agustín.
El padre de Agustín, Patricio, era un hombre violento y mujeriego. Santa Mónica siempre sufrió a su lado pero nunca dejó de rezar por su conversión, algo que finalmente sucedió recibiendo el bautizo y muriendo como un buen cristiano.
Agustín vivió durante muchos años una vida libertina, muy alejado de Dios. Santa Mónica sufría mucho a causa de esto.
Un día se le acercó a un obispo para contarle su sufrimiento y este le dijo: “Esté tranquila, es imposible que se pierda el hijo de tantas lágrimas”.
San Agustín se bautizó en la Pascua del año 387, a los 33 años.
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