La carrera comenzará en la Misa de las 6:00 a.m. el próximo domingo 9 de septiembre y concluirá el 12 de diciembre, día en que la Iglesia celebra a la Virgen de Guadalupe.
El Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME) señala que el objetivo de la carrera es “consolar a quienes tienen algún familiar migrante y hacer un llamado a los connacionales a recordar a sus familias y sus raíces”.
Los organizadores de edición de la carrera internacional calculan el número de participantes de acuerdo con los corredores, sacerdotes y fieles que salen al encuentro de la caravana.
El coordinador de logística de la carrera, Diego Abel Reyes, explicó que el equipo base está conformado por cinco personas y en cada comunidad se sumarán entre 20 y 30 corredores que se encargarán de llevar el fuego y las dos imágenes que lo acompañan: una de la Virgen de Guadalupe y otra de San Juan Diego.
La Antorcha Guadalupana inició a finales del siglo XX en Estados Unidos gracias a la Asociación Tepeyac de Nueva York.
En sus primeras ediciones el recorrido comenzaba en el lado estadounidense de la frontera con México y terminaba en la Catedral de San Patricio en Nueva York.
Fue la Arquidiócesis de Nueva York la que sugirió que la carrera cruzara la frontera y comenzara en el corazón espiritual de México: la Basílica de Guadalupe.
Desde 2002 atraviesa nueve estados mexicanos y 14 de Estados Unidos.
Los nueve estados mexicanos que recorre la Antorcha Guadalupana son: Estado de México, Morelos, Guerrero, Puebla, Oaxaca, Hidalgo, Tlaxcala, Veracruz y Tamaulipas.
En Estados Unidos pasa por Luisiana, Misisipi, Alabama, Georgia, Carolina del Sur, Carolina del Norte, Virginia, Washington DC, Maryland, Delaware, Pensilvania, Nueva Jersey y Nueva York.
Reyes explicó que antes la antorcha y las imágenes eran recibidas por el Arzobispo de Nueva York en la Catedral de San Patricio, donde se celebraba una Misa. Sin embargo, debido a la gran cantidad de fieles que asisten, ahora se reciben en Central Park y de ahí son llevados a la sede de la ONU, donde se imparte la bendición.
“Algo muy hermoso es que en la sede de la ONU muchas comunidades cercanas encienden sus antorchas y regresan corriendo a sus localidades para celebrar a la Virgen de Guadalupe en su día”, dijo Reyes.
“No tengo familia migrante en Estados Unidos, pero quiero hacer algo para que, quienes sí la tienen, puedan estar comunicados con ellos espiritualmente. A nuestro paso por las comunidades hay mujeres que nos abrazan porque ven en nosotros a su esposo o a sus hijos, a quienes no han visto en muchos años”, concluyó.
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