Redacción ArquiMedios
“Este es un proceso de años. Un diálogo entre la comisión vaticana y la comisión china para sistematizar el nombramiento de obispos.
“El equipo vaticano ha trabajado mucho. Quisiera nombrar a algunos como Monseñor Celli, que con mucha paciencia ha ido al diálogo que ha durado años. ¡Años! También el Padre Rota Graziosi, un humilde curial de 72 años que quiere servir como sacerdote, ir a la parroquia, pero que se ha quedado en la Curia para ayudar en este proceso.
“Y luego el Secretario de Estado que es un hombre muy devoto, el Cardenal Parolin, pero que tiene también una especial devoción para la observación. Todos los documentos los estudia hasta en los puntos, comas y acentos. Esto a mí me da una seguridad muy grande. También este equipo con estas cualidades ha seguido adelante.
“Ustedes saben que cuando se hace un acuerdo de paz o una negociación, las dos partes pierden algo. Esta es la ley. Las dos partes, y se sigue adelante. Y esto ha seguido adelante. Dos pasos adelante, uno atrás, dos adelante, uno atrás. Luego han pasado los meses sin hablarnos y luego llegó el tiempo de hablar, que parece al tiempo chino, lentamente. Esta es sabiduría, la sabiduría de los chinos.
“Y sobre los obispos que estaban en dificultad han sido estudiados caso por caso. Por cada obispo han llegado al final los expedientes de cada uno a mi escritorio y he sido yo el responsable de firmar cada caso de los obispos. Luego el caso del acuerdo ha regresado, se ponían los borradores en mi escritorio, se conversaba, daba mis ideas, los otros discutían y se iba adelante.
“Pienso en la resistencia, en los católicos que han sufrido. Es cierto, y ellos sufrirán. Siempre en un acuerdo hay sufrimiento, pero ellos tienen una gran fe, y ellos escriben, hacen llegar los mensajes. Lo que dice la Santa Sede, lo que dice Pedro es para ellos lo que dice Jesús. Si la fe martirial de esta gente hoy sigue adelante, ¡son grandes!
“El acuerdo lo he firmado yo. Al menos las cartas plenipotenciarias para firmar ese acuerdo que yo he firmado. Yo soy el responsable. Los otros que he nombrado en todo han trabajado por más de diez años. No es una improvisación, sino que es un camino, un verdadero camino.
“Y luego una anécdota sencilla y un dato histórico. Dos cosas. Cuando salió aquel famoso comunicado de un ex nuncio apostólico, los episcopados del mundo me han escrito, diciendo claramente que se sentían cercanos, que rezaban por mí… Los fieles chinos han escrito y la firma de este escrito era del obispo, digamos de la Iglesia tradicional católica y del obispo de la Iglesia Patriótica, los dos juntos y los fieles juntos con ellos. Para mí ha sido una señal de Dios.
“Y la segunda cosa, una anécdota también. No olvidemos que en América Latina, gracias a Dios que se ha superado esto, no olvidemos que por 350 años fueron los reyes de Portugal y España quienes nombraban los obispos y el Papa solo les daba la jurisdicción- No olvidemos el caso del Imperio Austrohúngaro. María Teresa se encargaba de firmar el nombramiento de los obispos y daba la jurisdicción el Vaticano, eran otras épocas. ¡Gracias a Dios! Que no se repitan.
“Pero esto no es (…) sino que es un diálogo sobre eventuales candidatos. La cosa se hace en diálogo pero nombra Roma, nombra el Papa. Esto es claro. Y rezamos por los sufrimientos de algunos que no entienden o que tienen en sus espaldas muchos años de clandestinidad.
“Agradezco mucho esto. Nos dicen que la cena está lista y el vuelo no es muy largo. Gracias por todo su trabajo y recen por mí”.

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