Romería a Zapopan Patrimonio de la Humanidad

Sonia Gabriela Ceja Ramírez

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La Romería de Nuestra Señora de Zapopan, así como el recorrido que realiza por las parroquias de la Diócesis, desde mayo hasta octubre, podrían ser declarados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Así lo declaró Pablo Lemus, presidente municipal de Zapopan, durante la presentación del operativo para la Romería 2018, el jueves 4 de octubre, y dijo que el registro ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), se realizó de manera exitosa.
“Tenemos grandes oportunidades de conseguir que este mismo año la Romería de la Virgen de Zapopan sea considerada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, lo cual nos permitirá darle certeza a través de los años a esta gran tradición religiosa, cultural y social”, aseguró el alcalde, quien anticipó que la decisión será tomada entre el 26 de noviembre y el 1 de diciembre durante la decimotercera reunión anual del Comité Intergubernamental de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial a celebrarse en Port-Louis, República de Mauricio.

Así se formuló el expediente
En entrevista para Arquimedios, Edaly Quiroz Moreno, subdirectora de patrimonio cultural inmaterial, de la dirección de patrimonio mundial, de la Secretaría de Cultura, comentó que “fue a principios del año 2013 cuando la Dirección de Cultura del Gobierno Municipal de Zapopan presentó la iniciativa de querer impulsar la candidatura de la Romería de la Virgen de Zapopan. “A partir de ahí, inicia todo el proceso que incluye el desarrollo de una investigación particular para la elaboración del expediente especializado que se requiere para la UNESCO”.
Explicó que dicho expediente tiene que cumplir con cinco criterios.  “Todo esto se rige de acuerdo a un tratado internacional que es la Convención para la Salvaguarda de Patrimonio Cultural Inmaterial, del 2003, de la UNESCO. En esta convención como documento formal, legalmente avalado por todos los estados parte, que han firmado la convención, establece estos, al menos cinco criterios para las inscripciones en la lista representativa de patrimonio cultural inmaterial de la humanidad”.

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Que dé identidad y cohesión
“En primer lugar, está que la manifestación cultural en cuestión, cumpla con la definición de lo que es el patrimonio inmaterial de acuerdo al artículo 2 de la Convención, por ejemplo, este debe ser identificado y reconocido como tal por las comunidades portadoras que lo representan, que lo llevan a cabo. Tiene que haber constancia de que haya sido transmitido de generación en generación, que sea actualmente recreado constantemente, y que sobre todo, le dé un sentimiento de identidad a la comunidad que lo realiza.
“Un segundo criterio, es la contribución de esa manifestación para el mejor entendimiento del patrimonio inmaterial, en general, es decir, que sea una demostración viviente de lo importante que es el patrimonio inmaterial, por ejemplo, como factor de cohesión social, para el desarrollo sustentable, etcétera.
“El tercer criterio, tiene que ver con la elaboración de planes de salvaguardia. Es importante resaltar que, los objetivos de esta Convención, como lo dice desde su nombre (Convención para la salvaguarda del patrimonio inmaterial), es eso, la salvaguardia.
“Existe la falsa idea de que el objetivo es el reconocimiento de la inscripción como patrimonio cultural de la humanidad, pero eso es solo un primer logro, al final lo que se adquiere es el compromiso y la obligación por parte del Estado mexicano a salvaguardar, a crear las condiciones que permitan la recreación incontenida de esa expresión cultural. Entonces, para este criterio se requiere que se elabore un plan a largo plazo en el que además se prevean riesgos tanto actuales, como la prevención de riesgos futuros que pudieran surgir a raíz de la mayor visibilidad de la manifestación”.

La comunidad debe aprobarlo
“El cuarto criterio tiene que ver con la columna vertebral de la convención y de todas las candidaturas, que es la participación comunitaria. Para la convención, la piedra angular son las comunidades portadoras, es decir, si no fuera por ellas, no se lleva a cabo una manifestación cultural porque son ellas las que la identifican como parte de su identidad cultural, como parte de su bagaje cultural que los hace identificarse entre sí como un colectivo.
“Se tiene que dar constancia de que esas comunidades han participado para la elaboración del expediente, porque a diferencia de cuando se presenta la candidatura de algún sitio o monumento, donde hablamos de cosas inanimadas, que no tienen vida, no es necesario, pero cuando hablamos de manifestaciones culturales vivas, éstas viven a través de la gente y en este sentido, ellos son los detentadores, por eso se les llama portadores de todas esas tradiciones, conocimientos, identidad que hacen posible la recreación constante de esa práctica.
“Podríamos decir que ellos son los ‘dueños’ de esa manifestación cultural, por lo tanto, ninguna institución gubernamental o agente externo puede llegar a decidir sobre ese patrimonio.
“Por tanto, este es el objetivo de que haya una constancia de esa participación comunitaria, porque incluso también como parte del cumplimiento de ese criterio se tiene que enviar una documentación probatoria de que la comunidad da el consentimiento al estado mexicano de que se presente esa candidatura como patrimonio de la humanidad.

Debe haber
un precedente
“El quinto criterio tiene que ver con una cuestión más bien local, nacional. El Estado mexicano cuando ratifica la convención está obligado a llevar una serie de compromisos y medidas para implementarla. Entre ellos está la elaboración de un inventario nacional, del patrimonio inmaterial que existe en el territorio porque este instrumento como una medida de identificación se utiliza ulteriormente para contribuir a la salvaguardia de esas manifestaciones. Lo que la UNESCO pide es que ese elemento ya haya sido registrado en el inventario y que haya medidas probatorias de qué ha significado esa inscripción en el inventario. De qué manera se ha contribuido a la salvaguardia de la manifestación cultural”.
A paso lento, pero firme
La iniciativa presentada hace cinco años por el gobierno municipal fue arropada por el gobierno estatal que fue quien hizo la propuesta formal al INAH, presentándola como representativa de todo el estado de Jalisco.
“El proceso para hace los expedientes de este tipo de candidaturas son muy largos porque se requiere la conformación de un equipo especializado de investigadores enfocados en la elaboración del formulario que se tiene que llenar para la presentación de la candidatura. Es necesario reunir la información de diferentes fuentes y principalmente, hacer trabajo de campo con las comunidades, porque tanto la participación como el consentimiento de las comunidades, es fundamental para la presentación de esas candidaturas.
“La elaboración del expediente lleva como mínimo, un año. Este proceso concluyó en 2014.
“En 2015, finalmente se presenta la candidatura porque México puede presentar solamente una candidatura cada dos años; nos la regresaron y la tuvimos que ratificar en 2016. El proceso de evaluación en la UNESCO se lleva otros dos años, es por eso que se va a evaluar hasta este año”. 

México ha aportado un buen patrimonio a la humanidad
Edaly Quiroz dijo que el cambio de ruta por las obras del Tren Ligero no ha afectado pues, “al tratarse de una manifestación vida, se espera que se modifique, según cambia también la comunidad que la desarrolla”.
Añadió que entre el patrimonio cultural inmaterial de la humanidad que posee México destacan “las festividades indígenas del Día de Muertos; la ceremonia ritual de los voladores del Totonacapan, lugares de memoria y tradiciones vivas de los pueblos otomíes y chichimecas en el área de Querétaro; en 2010 se declara la pirecua, canto tradicional purépecha de Michoacán. La fiesta tradicional de enero de Chiapa de Corzo, en los Parachicos en Chiapas, y la cocina tradicional mexicana. En 2011, inscribimos el mariachi como música de cuerda, canto y trompeta, teniendo como zona núcleo el occidente con epicentro en Jalisco, Coliman y Michoacán, y en 2016 obtuvimos la inscripción de la charrería como tradición ecuestre en México”.
Aunque no se ha recibido la evaluación preliminar, la funcionaria considera que sí existen amplias posibilidades de que la Romería obtenga la inscripción a la lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.
Cabe destacar que la UNESCO no otorga ningún reconocimiento económico, lo único que se adquiere es el compromiso por salvaguardar el patrimonio.
Resaltó que no se presenta, en este caso, la Romería como una festividad religiosa sino las manifestaciones de fe como un acto popular. “Por ejemplo, se da gran peso a los cuarteles de danza en los que se da un fenómeno original porque es un acto único que en el país, en un solo lugar, en un mismo momento se congreguen por lo menos 6 mil danzantes”.
La candidatura se llama: La Romería de la Virgen de Zapopan, el ciclo de la llevada de la Virgen. “No hablamos solamente del 12 de octubre sino nos referimos a todo el proceso comunitario que existe para llegar a ese día. Sabemos que a lo largo del año existen todas las visitas que realiza la imagen por los distintos barrios de la zona metropolitana”
Por su parte el alcalde de Zapopan, Pablo Lemus, manifestó que esta celebración se considera como la tercera peregrinación religiosa más grande de México y la más importante de Jalisco, por lo que se estima la participación de cerca de dos millones de personas este año.

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