La entrega de la custodia se realizó luego del almuerzo entre el Santo Padre y diez jóvenes peregrinos de la JMJ, realizado en dependencias del mismo Seminario.
Tras el encuentro, el Papa Francisco se dirigió a la capilla del seminario para orar. Allí saludó a los seminaristas presentes y los alentó a "servir siempre al Señor".
Con respecto al obsequio entregado al seminario, la Santa Sede explicó que la custodia fue elaborada con metal dorado y plateado. Luce alrededor del receptáculo y en sus puntas unas inserciones de pasta vítrea roja, que recuerdan la sangre de Cristo y que hacen que los rayos brillen.
El marco del receptáculo también está rodeado de enredaderas con racimos de uvas que recuerdan la esencia misma del deber de cada buen cristiano de adorar regularmente el Santísimo Sacramento.
En los cuatro lados de la cruz hay espigas de trigo que recuerdan la Pasión de Cristo, de donde proviene el fruto de la Resurrección, y sus puntas también contienen inserciones de vítrea roja.
La columna que une la base y el receptáculo está elegantemente decorada con pasta vítrea roja, mientras que en la base hay ángeles orando, realizados con troquel de plata.
La base está dividida geométricamente para crear figuras con formas de trapecios grandes y pequeños, con inserciones decorativas que simbolizan el Sacrificio de Cristo.
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