El 23 de enero un grupo de 40 niños bailaba y cantaba la canción “Viva el Papa” compuesta por la cantautora católica, Cheli Boyd, mientras el Santo Padre arribaba al recinto en el papamóvil que lo trajo del Aeropuerto Internacional de Tocumen.
Los niños vestidos de santos y los peregrinos apostados afuera de la Nunciatura no pudieron acercarse al Papa Francisco; por lo que Nicole Spiegel, que vestía de Santa Rosa de Lima; y Alonso Gómez, de San Juan Pablo II, debieron guardar el regalo que le tenían preparado al Papa.
En sus manos portaban una caja de madera grabada con el logo del ministerio “Amigos de Jesús y María”. En su interior había un bello rosario de colores cuyas cuentas tienen forma de niños que representan los cinco continentes.
A pesar de ello, los niños insistieron y enviaron el presente a través del Nuncio Apostólico en Panamá, esperando que el Papa Francisco pueda verlo.
“Amigos de Jesús y María” es un grupo de oración que nació como respuesta al llamado que hizo la Virgen de Fátima a los pastorcitos a rezar, como una forma de amor y reparación a Jesús.
“Cada vez que rezamos un ave María lo rezamos por un niño del mundo”, dijo Andrea Vernaza, mamá de Nicole.
Cada semana los niños pequeños y hasta los 14 años, rezan el Rosario en forma didáctica y reciben catequesis sobre los santos, Jesús, la Virgen María, la Adoración Eucarística, entre otros temas.
La institución nació en la Arquidiócesis de Miami (Estados Unidos) en 1990 y en 1997 llegó a Panamá.
Publicar un comentario