El evento tendrá lugar en el Vaticano del 21 al 24 de febrero de 2019 y están invitados los presidentes de las conferencias episcopales o sus delegados sustitutos. En este caso, el Presidente de la CECh, Mons. Santiago Silva, solicitó a Mons. Ramos participar como representante de los obispos chilenos.
“Dado que es un encuentro importante al que está llamando el Santo Padre” se tomó la decisión de enviarlo “para evitar que el foco se vaya a otro tipo de análisis o comentarios que puedan estar vinculados a la figura del mismo presidente”, explicó el Secretario General de la CECh en una entrevista al diario La Tercera publicada el 29 de diciembre.
Esto porque en octubre de 2018, Mons. Silva declaró ante la Fiscalía Regional de O’Higgins como imputado por presunto encubrimiento de abusos al interior del Obispado Castrense, organismo que preside desde julio de 2015.
Mons. Ramos señaló a La Tercera que en la última Asamblea Plenaria de la CECh, el pasado noviembre, el presidente “hizo saber su disponibilidad para seguir o no dentro de la presidencia, y fue una conversación en la que todos pudimos opinar, en un espíritu bastante sereno y de confianza”.
“En ese espacio, se le solicitó que continuara en su cargo de presidente. Con respecto a la invitación que el Santo Padre ha hecho para los presidentes de las conferencias episcopales del mundo, para el encuentro de febrero, el presidente de la Conferencia Episcopal en Chile me pidió que asistiera yo”, indicó.
Baja de católicos en Chile
Entre otros temas, Mons. Ramos compartió su balance sobre la situación de la Iglesia en Chile los últimos años, el que calificó como “decrecimiento” a raíz de la encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP) que reveló la baja de católicos en el país durante los últimos 20 años, de un 73% a un 55%.
“Veo que este decrecimiento va acompañado de un proceso de profunda transformación de la sociedad chilena, en donde afloran formas de expresión cultural de mayor individualismo y materialismo. (...) En todo ese escenario, se está pasando de un catolicismo cultural a uno más personal”, reflexionó.
Agregó que “los casos de abusos y el mal manejo que hemos tenido como Iglesia, ha acelerado ese proceso de desafiliación. Debemos hacer una autocrítica respecto de que no hemos sabido responder bien a este tipo de situaciones, y eso ha afectado la afiliación a la Iglesia”.
En cuanto al actuar frente al escándalo de abusos, Mons. Ramos señaló que “no es verdad que sea la misma Iglesia de hace un año atrás. Se han cambiado administradores apostólicos, varios obispos, se ha iniciado un proceso de reflexión muy profundo de nuestras comunidades, que apunta a que tengamos en el 2020 una Asamblea Eclesial donde se puedan ir cristalizando una serie de orientaciones pastorales para la vida de la Iglesia”.
“Todo esto revela que los obispos no somos un estamento separado de la vida, sino que estamos insertos en ella y con los distintos estamentos, sacerdotes, diáconos, religiosos, religiosas y laicos”, declaró el Secretario General de la CECh.
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