Sofía Lobos - Ciudad de Panamá
El diálogo interreligioso también ocupa un lugar especial en la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá.
Prueba de ello, es la decisión de la sinagoga Kol Shearith Israel situada en Costa del Este, de colaborar en la organización de la JMJ y abrir sus puertas para alojar a 49 peregrinos procedentes de Polonia y otros 500 en distintas sinagogas locales.
Ejemplo de colaboración fraterna
Esta iniciativa es un gesto más de una larga trayectora de trabajo conjunto entre la comunidad judía y la Iglesia católica en tierras panameñas: un claro ejemplo de colaboración fraterna para "exportar a todo el mundo", traspasando fronteras religiosas y culturales.
Panamá ha sido históricamente un país de tránsito. Su famoso canal es un punto central donde convergen personas de las más variadas nacionalidades, lenguas y credos. Una nación geográficamente pequeña pero conocida por todos como "el ombligo de América".
Frutos de la Cultura del Encuentro
En estos días, es también "la capital de la juventud del mundo" y escenario donde se ven los frutos de una auténtica Cultura del Encuentro entre religiones.
Vatican News conversó con Gustavo Kraselnik, Rabino de la sinagoga Kol Shearith Israel, tras la Conferencia de prensa de la JMJ en el centro de convenciones ATLAPA, el miércoles 23 de enero, horas antes de la llegada del Papa Francisco.
"Nuestra colaboración no es una realidad nueva"
"Estos son los frutos de un trabajo previo. No es una realidad nueva que surge para la JMJ", explica el Rabino.
"Panamá es un lugar de encuentro de judíos, católicos, musulmanes, budistas, Bahá'ís... que convivimos armoniosamente. Tenemos un largo recorrido en el campo de lo interreligioso, así que nuestra colaboración y la de otras organizaciones religiosas es fruto de ese trayecto. Entendemos la magnitud y lo importante que es este evento para el país; y en ese sentido cada uno aporta su granito de arena para lograr el éxito".
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