“Viaja por un año entre misericordia, perdón, amor, desapego de lo material”, Papa Francisco
Fernando Díaz de Sandi Mora
Otro año termina, otro año que comienza. Para algunos un año más, para otros un año menos. Sea como sea, es imprescindible reflexionar y ponernos en marcha para empezar otro año lleno de crecimiento. Para comenzar un nuevo lleno de avance y motivación, es bueno saber cerrar el año anterior.
Lo mejor para cerrar un año, es recordar los buenos momentos y agradecerlos, y los que no fueron buenos, saber que todo cambia y que gracias a los problemas adquirimos aprendizaje. De los momentos negativos, quedémonos con lo que aprendimos de ello.
Más allá de las experiencias y pasajes que se agolpan en tu mente a la finitud de este año, estás recibiendo en tus manos una página en blanco, una hoja distinta, quizás un nuevo tomo para seguir escribiendo la historia de tu vida. Está en tus manos. Tu escribes el guión de tu propia película, es tu regalo y tu compromiso.
Muchas son las preguntas que pueden inundar tu mente en estos momentos. El calendario de este año está delgado o con fechas ya tachadas y un nuevo calendario impaciente por iniciar la loca carrera del tiempo. Hay que tener el valor de hacerse las preguntas importantes y correspondientes para hacer una valoración honesta y objetiva del devenir de este año que se va.
¿En qué invertí la mayor parte de mi tiempo? ¿Cuántas de mis metas he logrado? ¿He mejorado como persona, como padre o madre, en mi trabajo, como creyente? ¿Cuántas vidas ayudé a mejorar? ¿A cuántas personas hice daño o lastimé? ¿Qué aprendí en este año? ¿Qué perdí o qué gané? ¿Quién llegó o quién se fue de mi vida?
Estas y todas las preguntas que llegan a tu mente exigen respuesta. Tú eres la respuesta. Tu vida es la única manera de responder y seguir escribiendo páginas gloriosas de luz, prosperidad y abundancia en este libro de la vida.
El juicio aún no llega, al menos no para ti. Eres bendecido con la oportunidad de esta nueva era, nuevos días, semanas y meses, un escenario para mejorar tu actuación con respeto a este 2018 que se fue como agua entre los dedos.
¿Qué viene para ti en este año que llega? ¿Qué esperas y qué ofreces? ¿Qué pides a Dios? ¿Qué acciones quieres emprender para hacer de este mundo un lugar más digno para todos y para ser tú mismo alguien más digno de este mundo?
¡Basta ya de poner pretextos! Deja de seguir contando siempre la misma historia para no hacer lo que tienes que hacer. Es tiempo de asumir la responsabilidad de tu vida.
Desde la gratitud y la esperanza, hagamos de este 2019 un año de justicia, de paz, de prosperidad.
Escribamos con obras un feliz año nuevo.
Publicar un comentario