“Amigos, cada uno de nosotros es mucho más que sus etiquetas, así Jesús nos lo enseña e invita a creer”, declaró el Papa Francisco en su visita al Centro de Cumplimiento de Adolescentes Las Garzas de Pacora, al este del área metropolitana de la ciudad de Panamá, donde presidió la Liturgia Penitencial con los jóvenes privados de la libertad, como parte de sus actividades durante la Jornada Mundial de la Juventud 2019.
El Santo Padre escuchó la voz de Luis, uno de los 180 jóvenes internos, quien le agradeció su visita. “Causé un daño muy profundo a un ser querido y a mí. Cuando me detuvieron en abril del 2016, creí que todo había acabado”, le dijo, “si estoy en este momento hablando con usted es por gracia y amor de parte de Dios. Me siento agradecido, porque puso aquellas personas en mi caminar para ayudarme a poder culminar mis estudios secundarios y lograr ese cambio en mi vida. Lo que espero, o cómo me veo en un futuro, es siendo un chef internacional y un técnico en refrigeración especializada”.
Tras escuchar las palabras de Luis, el Sumo Pontífice llevó a cabo un momento de oración, y enseguida pronunció la homilía, en la que dirigió un mensaje de aliento a los internos, asegurándoles que en el cielo hay más fiesta por un solo pecador convertido que por noventa y nueve justos que no necesitan conversión. ” Comiendo con publicanos y pecadores, Jesús rompe la lógica que separa, excluye, aísla y divide falsamente entre ‘buenos y malos'”, les dijo, una lógica que “taladra sueños”, porque repite como un susurro continuo: tú no vas a poder.
“Jesús –expresó el Papa– nos invita a creer que sí podemos, nos desafía con su mirada a pedir y buscar ayuda para transitar por los caminos de la superación; hay veces que la murmuración parece ganar, pero no le crean, no la escuchen; busquen las voces que impulsan a mirar hacia adelante y no las que los tiran abajo”.
El Papa Francisco también se dirigió a las autoridades del centro y a los integrantes de la Pastoral Penitenciaria: “Ustedes tienen mucho para compartir –dijo–, ayúdennos a saber cuál es la mejor manera para acompañar el proceso de transformación… Una sociedad se enferma cuando no es capaz de hacer fiesta por la transformación de sus hijos, una comunidad se enferma cuando vive de la murmuración aplastante, condenatoria e insensible”.
En este sentido, los llamó a pelear, “pero no entre ustedes”, sino para encontrar caminos de transformación, pues una sociedad es fecunda cuando logra generar dinámicas capaces de incluir, de integrar, de hacerse cargo y luchar para crear oportunidades, cuando se ocupa en crear un futuro con comunidad, educación y trabajo.
Tras su homilía, el Papa Francisco confesó a tres jóvenes internos, y finalmente fue despedido de Las Garzas de Pacora por una voluntaria de la Pastoral Penitenciaria, quien le agradeció su visita, y le describió la emoción que sintieron los 180 jóvenes del lugar cuando se enteraron que él vendría a visitarlos. “Gracias por recordarnos que puede haber un futuro mejor, sin transgresiones. ¡Gracias, Papa!
Publicar un comentario