“No hay espacio para el individualismo en el diálogo con Dios, ni
ostentación de los propios problemas como si fuéramos los únicos que
sufren en el mundo”, porque “no hay oración elevada a Dios que no sea
aquella de una comunidad de hermanos y hermanas”. Fue la afirmación del
Papa Francisco en la Audiencia General de este 13 de febrero,
continuando con sus catequesis sobre el Padre Nuestro. En el Padre
Nuestro – dijo el Papa – falta la palabra “yo”. Nunca se dice “yo”. Hay
una “ausencia del yo” en el Padre Nuestro, y la palabra opuesta al “yo”,
no es el “tú”, sino el “nosotros”.

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