Hoy en el Evangelio leemos cómo Jesús les enseña a los discípulos el padrenuestro. Después de años reflexionando las palabras griegas de Nuestro Maestro, os quiero ofrecer cual pienso que es la versión más literal de esta oración del Señor conjugando la versión de Mateo y la de Lucas de acuerdo a las reglas de la crítica textual.
Os la ofrezco sin soberbia, pero sí tras mucha lectura. Digo esto de “sin soberbia” porque ha habido muchos grandes exegetas hablando de la cuestión y parece, con razón, que yo no tendría nada que añadir. Pero, por si a alguien le sirve mi opinión, os la ofrezco.
Hoy y mañana daré dos sermones sobre el padrenuestro que grabaré y colocaré en el canal. Aunque tardarán unos días en aparecer en youtube, ya que una persona tiene que sincronizar el audio y el vídeo. La traducción que considero más literal sería esta:
Padre nuestro
que estás en los cielos,
santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.
Sea hecha tu voluntad como en el cielo también sobre la tierra.
El pan nuestro, el de cada día, concédenoslo hoy.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos conduzcas a la tentación, sino líbranos del malo.
Amen.
Sí, el “amén” también forma parte de la oración. Mateo, antes del “amén” incluye esta línea: porque tuyo es el reino y el poder y la gloria hacia las edades.
En los dos sermones, explicaré por qué pienso que este fue el texto original. Por supuesto, yo seguiré rezando el texto de la Conferencia Episcopal. Pero, a la hora de meditar la oración, lo haré con la traducción más fiel.
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