Münich, 19 Feb. 20 (ACI Prensa).- El Papa emérito Benedicto XVI negó las especulaciones de una televisora alemana de que en el año 2000 pudo haberse reunido personalmente con un sacerdote que abusó sexualmente de menores.
“Frontal 21”, un programa de la emisora pública alemana ZDF, afirmó que Benedicto XVI supuestamente se reunió con el sacerdote condenado en su antigua Arquidiócesis de Münich y Freising.
Sin embargo, el Papa Emérito negó tales acusaciones al periódico católico “Die Tagespost”. Indicó que en esa ocasión visitó en realidad al Obispo Auxiliar de Munich Freising, Mons. Heinrich von Soden-Fraunhofen. Por tanto, negó cualquier acercamiento al sacerdote, a quien se nombra como “Padre H.” en el programa televisivo.
Durante la transmisión de ZDF el martes 18 de febrero, se planteó la posible culpabilidad de Benedicto XVI cuando era Arzobispo de Munich y Freising al tratar el caso del “Padre H.”, alegando una supuesta cercanía entre ambos. Sin embargo, no se presentaron pruebas para respaldar tal afirmación.
Joseph Ratzinger sirvió como Arzobispo de Munich y Freising menos de cinco años. Fue nombrado por San Pablo VI el 25 de marzo de 1977 y San Juan Pablo II lo llamó a Roma para servir como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe el 25 de noviembre de 1981.
El notorio caso del “Padre H.” ha estado en el ojo público de Alemania durante muchos años y se considera emblemático cuando se habla de la crisis de abuso clerical en el país.
El sacerdote, cuyo nombre completo es Peter Hullermann, fue transferido de la Diócesis de Essen –en el norte de Alemania – a Baviera tras haber cometido abuso sexual, y luego sirvió en la pastoral durante décadas en diferentes parroquias y lugares de la Arquidiócesis de Münich, incluso después de recibir un sentencia suspendida por abusar sexualmente de menores en 1986.
Fue solo en 2010 que el “Padre H.” fue removido del ministerio público. En ese momento, el New York Times cubrió el escándalo y escribió: “La historia del padre Hullermann es la de un sacerdote querido, con un secreto que los funcionarios de la Iglesia ayudaron a esconder”.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA Deustch.
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