“Este cambio provocará una transformación social y cultural significativa que permitirá a miles de personas casarse ante un abogado”, comentó el presidente Carlos Alvarado a través de un video mensaje publicado en redes sociales el 25 de mayo.
A partir de mañana, Costa Rica reconocerá el matrimonio igualitario. En unas horas, las parejas del mismo sexo, y sus familias, tendrán los mismos derechos que cualquier otra pareja o familia de este país. En unión, bajo una misma bandera, construyamos una mejor nación. pic.twitter.com/iZAlApnKWh
— Carlos Alvarado Quesada (@CarlosAlvQ) May 26, 2020En un mensaje dirigido al pueblo de Dios este 26 de mayo, el Obispo de Ciudad Quesada (Costa Rica), Mons. José Manuel Garita, aseguró que “más allá de cualquier dificultad, no nos cansaremos de mostrar la belleza del matrimonio entre hombre y mujer”, por ello, “la Iglesia tampoco dejará de proclamar el proyecto querido por Dios al crear al hombre y la mujer, por más que los tiempos, las modas, las presiones y las ideologías dicten lo contrario”.
“Aunque sabemos que lo que dice y hace la humanidad no es eterno, como sí lo es la Palabra de Dios, la misma Declaración de los Derechos Humanos admite en su artículo 16 la figura del matrimonio entre el hombre y la mujer, y reconoce a la familia como elemento natural y fundamental de la sociedad”, recordó el Prelado.
“Como cristianos, sabemos que hay una dignidad y una misión en la familia fundada entre el hombre y la mujer”, agregó.
El Obispo enfatizó en que “a nadie se le debe negar, por su condición o pensamiento, el derecho a la salud, al trabajo, al alimento, a la vivienda, pero para alcanzar estos y otros derechos, no se debe tocar el fundamento sagrado del matrimonio. Tenemos derecho a que se respete también lo que es sagrado para una gran mayoría de nuestra sociedad”.
Días antes, el viernes 15 de mayo, la Conferencia Episcopal de Costa Rica (CECR) emitió un comunicado por el Día Internacional de las Familias, en el que lamentaron que la “ideología de género gana cada vez más terreno en nuestro país”.
Expresaron que esta “colonización ideológica desprestigia el valor de la persona, la vida, el matrimonio y la familia”, y provoca que “ya no se advierta con claridad que solo la unión exclusiva e indisoluble entre un varón y una mujer cumple una función social plena, por ser un compromiso estable y por hacer posible la fecundidad”.
La aprobación del “matrimonio” entre personas del mismo sexo en Costa Rica es el resultado de un fallo de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia del 8 de agosto de 2018. Con seis votos contra uno, la Sala IV declaró inconstitucional el inciso 6 del artículo 14 del Código de Familia que prohíbe el matrimonio “entre personas del mismo sexo” y dio a la Asamblea Nacional 18 meses para adecuar la legislación a favor de las uniones homosexuales.
En aquel entonces los obispos costarricenses lamentaron la decisión: “Reiteramos nuestro respeto al orden jurídico costarricense, pero lamentamos que la Sala Constitucional no haya declarado sin lugar la petición de anulación del inciso 6 del artículo 14 del Código de Familia poniendo entredicho el origen y la función natural de la familia”.
En ese sentido, los obispos señalaron que aunque “en una sociedad democrática y pluralista como la nuestra puede darse un reconocimiento jurídico a las personas del mismo sexo que conviven”, sería “injusto si tal reconocimiento pretendiera igualar la unión de personas del mismo sexo con la del matrimonio”.
“El no querer discriminar a las personas homosexuales no autoriza al Estado a confundir el orden natural del matrimonio y la familia”, advirtieron los obispos.
La decisión de la Sala Constitucional se dio en respuesta a una “Opinión consultiva sobre identidad de género, y no discriminación a parejas del mismo sexo” de la Corte Interamericana de Derechos Humanos a Costa Rica (emitida en enero de 2018), con la que respondía a una serie de consultas realizadas por el país centroamericano sobre temas de identidad de género y matrimonio homosexual.
Según este documento, la Corte exige que se extiendan las figuras jurídicas existentes en el país “a las parejas compuestas por personas del mismo sexo –incluyendo el matrimonio”.
En un comunicado firmado el 10 de enero de 2018, los obispos de Costa Rica también expresaron su rechazo a la “opinión consultiva” y calificaron de “abusiva” la “interpretación progresiva de la Convención Americana de Derechos Humanos” realizada por la Corte.
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