En el mismo día que Mons. Kondrusiewicz cumplió 75 años, la edad de jubilación para los obispos en la que presentan su carta de renuncia al Papa, el Santo Padre decidió aceptar la petición.
Para la Navidad, el 24 de diciembre de 2020, el arzobispo bielorruso retornó a su país luego de estar más de 100 días exiliado en Polonia por defender a los que protestaban contra la reelección del presidente Aleksandr Lukashenko.
El exilio inició el 31 de agosto, luego de que la policía impidiera al Prelado volver a su país tras haber estado en Polonia para participar en una celebración litúrgica. Antes de su exilio, Mons. Kondrusiewicz se había pronunciado en defensa de los manifestantes que protestaban contra la reelección de Lukashenko, presidente de Bielorrusia desde 1994.
La crisis inició el 9 de agosto, luego de que Lukashenko resultó elegido presidente en unas elecciones presuntamente manipuladas. Su Gobierno inició una deriva autoritaria que busca restringir aún más las libertades ciudadanas para ahogar los grupos de protesta. Esta estrategia incluye una campaña contra las autoridades religiosas, sobre todo de la Iglesia Católica.
Desde el inicio de la crisis, la diplomacia vaticana realizó esfuerzos para permitir el regreso del Prelado, así como lograr que se respete el derecho a la libertad religiosa, entre otros derechos humanos, y favorecer el diálogo con la oposición. El 17 de diciembre, el Papa Francisco envió al Nuncio Apostólico para expresar su preocupación sobre estos temas a Lukashenko.
En un comunicado del 24 de diciembre, la Conferencia de Obispos Católicos de Bielorrusia comunicó que Mons. Kondrusiewicz “regresó a Bielorrusia e inmediatamente se dirigió a la Nunciatura Apostólica” en la Catedral de la Santísima Virgen María de Minsk, para expresar su gratitud al Papa Francisco y a toda la Iglesia Católica y relatar “su estancia en el exilio”.
Breve biografía de Mons. Kondrusiewicz
El entonces Papa Benedicto XVI nombró Mons. Kondrusiewicz como Arzobispo de Minsk y Mogilev el 21 de septiembre de 2007, trasladándolo de la Arquidiócesis de Nuestra Señora de Moscú. Desde junio de 2015, el jerarca ha sido el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos en Bielorrusia.
Asimismo, se convirtió en el primer jerarca de la Iglesia en Bielorrusia después de la persecución comunista, cuando el 25 de julio de 1989, San Juan Pablo II lo nombró administrador apostólico de la Diócesis de Minsk.
Su consagración episcopal se llevó a cabo el 20 de octubre de 1989 en la Basílica de San Pedro en Roma, presidida por el mismo Papa.
Durante su ministerio episcopal en Bielorrusia, el jerarca fundó el Seminario Teológico Superior de Grodno, facilitó el regreso y la apertura de unas 100 iglesias previamente cerradas y contribuyó a la publicación de literatura litúrgica, iniciando así el avivamiento de la Iglesia continuado por su sucesor, el Cardenal Kazimierz вёwiątek.
Quien lo reemplazará en la Arquidiócesis de Minsk-Mogilev como administrador apostólico, el Obispo Kazimir Velikaselets, se graduó en el Seminario Teológico de Riga en 1984 y es Obispo Auxiliar de Pinsk desde 1999. En mayo de 2020, a pesar de que el jerarca alcanzó la edad de 75 años, el Papa Francisco le permitió continuar en el cargo durante al menos los próximos dos años.
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