La explosión del 20 de enero, causada por una fuga de gas, destruyó cuatro plantas del edificio donde vivían sacerdotes, afectando también a la residencia de ancianos Los Nogales, gestionada por la parroquia, y al vecino Colegio de La Salle.
El joven sacerdote Rubén Pérez Ayala falleció a causa de la explosión.
De acuerdo a Aleluya, la publicación religiosa de la radio COPE del episcopado español, la Eucaristía fue encontrada dentro del viril, caja de cristal con borde dorado, sin daño alguno. El sagrario, sin embargo, resultó roto.
El portavoz de la parroquia de la Virgen de la Paloma indicó a Aleluya que “el sagrario es de la capilla de la sexta planta, es decir, adyacente a la vivienda del párroco, donde también subían los sacerdotes de la quinta planta”.
También confirmó que la hostia encontrada intacta “está consagrada”.
La Archidiócesis de Madrid indicó por su parte que “el sagrario roto está en el Arzobispado y la Sagrada Forma está en el sagrario de la catedral de Santa María la Real de la Almudena”.
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