A inicios de junio de 2014, el Arzobispo de Asunción anunció una investigación por supuesta pedofilia contra el sacerdote argentino Carlos Urrutigoity, incardinado a la Diócesis de Ciudad del Este, procedente de Estados Unidos y nombrado por Mons. Livieres como Vicario General.
En respuesta a la acusación, Mons. Rogelio Livieres respaldó la inocencia del. P. Urrutigoity, asegurando que “no hubo ningún proceso penal” contra el sacerdote “ni en la justicia civil de los EE.UU., ni en la de la Iglesia”.
Mons. Livieres acusó además al Arzobispo de Asunción de ser homosexual.
En medio de la polémica, el Nuncio Apostólico en Paraguay, Mons. Eliseo Ariotti, anunció que el Papa Francisco dispuso que del 21 al 26 de julio se realice una Visita Apostólica a la Diócesis de Ciudad del Este, encabezada por el Cardenal Santos Abril y Castelló, Arcipestre de la Basílica de Santa María Mayor en Roma y Presidente de la Comisión Cardenalicia de Vigilancia del Instituto para las Obras de Religión.
En declaraciones recogidas por el diario paraguayo ABC Color, Mons. Claudio Giménez expresó el anhelo de la Conferencia Episcopal de “salir de la situación en que nos encontramos”.
El Prelado señaló que la CEP hizo esfuerzos para que la situación se aclare, pero “al contrario, se fue empeorando”.
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