La polémica que originó la Visita Apostólica del Cardenal Santos Abril y Castelló comenzó a inicios de junio de este año, cuando el Arzobispo de Asunción, Mons. Pastor Cuquejo, anunció una investigación por supuesta pedofilia contra el sacerdote argentino Carlos Urrutigoity, incardinado a la Diócesis de Ciudad del Este procedente de Estados Unidos, y nombrado por Mons. Livieres como Vicario General.
En respuesta, Mons. Rogelio Livieres respaldó la inocencia del P. Urrutigoity, asegurando que “no hubo ningún proceso penal” contra el sacerdote “ni en la justicia civil de los EE.UU., ni en la de la Iglesia”.
Mons. Livieres acusó además al Arzobispo de Asunción de ser homosexual.
El Nuncio Apostólico en Paraguay, Mons. Eliseo Ariotti, anunció que el Papa Francisco dispuso que del 21 al 26 de julio se realice una Visita Apostólica a la Diócesis de Ciudad del Este, encabezada por el Cardenal Santos Abril y Castelló, Arcipestre de la Basílica de Santa María Mayor en Roma y Presidente de la Comisión Cardenalicia de Vigilancia del Instituto para las Obras de Religión.
Al culminar su Visita Apostólica, el Cardenal Santos Abril y Castelló, en conferencia de prensa, informó que las ordenaciones de candidatos al sacerdocio fueron postergadas hasta que el Santo Padre conozca la información recabada y se conozca el informe final, en septiembre, aproximadamente.
El Cardenal señaló que la postergación de ordenaciones sacerdotales previstas para el 15 de agosto fue acordada con Mons. Rogelio Livieres en el marco de la visita.
En declaraciones a la prensa local, el enviado del Papa indicó que "me trajo aquí una voluntad expresa del Santo Padre, fue él quien decidió que convenía hacer esta visita para poder darle elementos de juicio sobre la situación concreta y ver si era conveniente o no el poder introducir algunas modificaciones de los aspectos de la vida de la iglesia acá".
“De las conclusiones a la que llegué no voy a decir nada porque primero debo informar al Santo Padre quien fue el que me envió”, indicó.
Durante su visita a la Diócesis de Ciudad del Este, el Cardenal Abril y Castelló estuvo acompañado por el Obispo auxiliar de Montevideo (Uruguay), Mons. Milton Luis Tróccoli, y ambos dialogaron con el Mons. Rogelio Livieres; el vicario general, Mons. Dominic Carey, los sacerdotes del Consejo Pastoral, así como con religiosos, laicos y los formadores de los seminarios presentes en la diócesis.
El Cardenal destacó que en la diócesis paraguaya “vi que los integrantes de la diócesis tratan con respeto, reverencia y mucha delicadeza a los representantes de la Iglesia, y me gustaría que sigan teniendo estas buenas actitudes”
Al mismo tiempo, el Cardenal hizo un llamado “a la serenidad, la tranquilidad, la colaboración y la disposición”.
“El Santo Padre quiere mucho al Paraguay y las medidas que eventualmente él pueda tomar serán las que en su conciencia de supremo Pastor creyó que son convenientes”, dijo, y pidió a la prensa no tergiversar los acontecimientos de la Iglesia.
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