En un comunicado del 29 de julio, el Prelado se refirió al caso del P. René Vargas, rector del Santuario de Copacabana; el P. Elvio Frías, maestro de los estudiantes franciscanos; el hermano Lorenzo Vabkerti, ecónomo de la Fraternidad del Santuario, y del sacristán Lázaro Pomacusi.
Mons. Scarpelli reconoció el trabajo realizado por la Fiscalía y “la valentía de hacer prevalecer la verdad frente a las presiones y amenazas existentes”. Sin embargo, criticó que se haya violado los derechos fundamentales de los cuatro acusados, quienes fueron perseguidos y calumniados constantemente “en los medios de comunicación, detenidas y cauteladas injustamente, con un daño moral irreversible”.
“Pedimos a los religiosos y fieles que reconozcan en estas ‘señales’ el sacrificio que conlleva el camino de la fe. No desfallezcan porque el amor del Padre está siempre con nosotros y nos anima a seguir adelante”, expresó.
En el comunicado, Mons. Scarpelli también lamentó que “la justicia en nuestro país no haya podido resolver un caso que ha herido tan hondamente el patrimonio cultural y el sentimiento religioso del pueblo”.
“Como Iglesia Católica invocamos y nos adherimos a la justicia divina la cual prevalecerá a pesar de las limitaciones e injusticias humanas. Hacemos votos para que esta experiencia sirva, al menos, para tomar conciencia de la necesidad de una profunda y verdadera reestructuración del sistema judicial en Bolivia”, añadió.
Finalmente, el Prelado pidió orar “a nuestra Madre, la Virgen de Copacabana, para que perdone el agravio de sus hijos y nos ayude a vivir como hermanos, desterrando todo tipo de sacrilegio, el oportunismo, los recelos, la mentira y el deseo de venganza”.
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