El 27 de junio, la ministra de Salud, Midori de Habich, acompañada por el ministro de Justicia, Daniel Figallo, y la ministra de la Mujer, Carmen Omonte, promulgó la “Guía técnica nacional para la despenalización del procedimiento de atención integral de las gestantes en la interrupción voluntaria por indicación terapéutica del embarazo menor de 22 semanas”.
En Perú desde 1924, de acuerdo al Código Penal, el aborto terapéutico es un delito “no punible”, es decir que no tiene pena de cárcel. Sin embargo, los promotores de esta práctica la han promovido falsamente como un derecho de la mujer y como una práctica “legal”.
Entrevistado en Canal N, el Dr. Jesús Bonilla aseguró que ante casos complicados durante el embarazo, como los que supuestamente busca solucionar el protocolo de aborto terapéutico, “en el campo médico siempre el criterio ha primado por preservar la vida tanto de la madre como la del bebe”.
“Hay un embarazo, por decir, de 22 semanas”, dijo, en el cual “el médico trata de prolongar el embarazo hasta que eso sea viable. Siempre uno sopesa el riesgo y el beneficio”.
Durante la entrevista, el Dr. Bonilla tuvo que enfrentar el claro favoritismo de su interlocutora, la periodista Alvina Ruiz, por el protocolo de aborto terapéutico, a pesar de todas las explicaciones científicas. Aunque todo el diálogo se realizó en el plano médico Ruiz no dudó en relacionar al médico con el Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani.
El Presidente de la Federación Médica Peruana reiteró que el protocolo de aborto terapéutico a los profesionales de la salud “no nos ayuda absolutamente para nada y no sirve para nada”.
Por el contrario, advirtió, “esta es una cortina de humo que han puesto sobre el debate, para tapar otras cosas que en este momento son de importancia”.
El Dr. Bonilla demandó que “en vez de estar en estos problemas, generando un debate que me parece absolutamente innecesario, pienso que la ministra (de Salud) se debe dedicar a resolver los problemas de la salud del país”.
“Por ejemplo, el tema de la huelga médica, que ya estamos en 50 días, y es como si la ministra ni siquiera estuviera en el ministerio”.
El médico ginecólogo criticó también el punto 11 del protocolo de aborto terapéutico, pues “puede abrir las puertas a diferentes interpretaciones”.
El punto 11 del documento del Ministerio de Salud permite la realización de un aborto en caso de “cualquier otra patología materna que ponga en riesgo la vida de la gestante o genere en su salud un mal grave y permanente, debidamente fundamentada por la junta médica”.
En estos casos, advirtió el Dr. Bonilla, “podrían describirse casos de extrema gravedad, en las cuales no hay extrema gravedad”.
El experto remarcó que los médicos siempre deben buscar el resultado óptimo, el cual es que tanto madre como bebé “salgan bien, pero yo no me puedo anteponer y decir ‘sabe qué, en esto voy a fracasar y por lo tanto interrumpo de una vez el embarazo’”.
“Siempre uno hace el esfuerzo por preservar” ambas vidas, señaló, y aseguró que “la ciencia está en esa tendencia”.
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