Mons. Arancedo: “Que en Adviento recuperemos la alegría del encuentro con Jesús”
Santa Fe (AICA): El arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz, monseñor José María Arancedo, recordó que “la alegría cristiana nace de un encuentro vivo con Jesucristo” y explicó que el desafío es “volver a esos lugares donde Él se encuentra” y sobre todo descubrirlo en los “rostros sufrientes”. “Cuando el cristiano pierde el horizonte de la santidad como camino al que está llamado, y se contenta con el cumplimiento de una vida buena pero gris, la alegría va desapareciendo”, advirtió y subrayó: “Que en Adviento recuperemos la alegría del encuentro con Jesucristo”.
“Una alegría que no nace en el interior es pasajera, no tiene raíces, dura poco, vive a la espera de otras sensaciones, que también son breves. Por tener su fuente en Dios dice referencia al bien y a la verdad, y es expresión de belleza y de paz en una persona. La alegría cristiana nace de un encuentro vivo con Jesucristo”, subrayó en su alocución semanal.
El prelado estimó necesario “volver a esos lugares donde El se encuentra. Tenemos que hablar de su Palabra, de la Iglesia, de los sacramentos, pero también de esa otra presencia que nos puede parecer más oculta, sin embargo Él nos espera en ella, me refiero al dolor, al que sufre, al pobre” y puntualizó que “descubrir en los rostros sufrientes el rostro del Señor, es algo que nos desafía a una profunda conversión personal y eclesial. No lo olvidemos, son los preferidos del Señor”.
“La alegría cristina se alimenta del encuentro con Jesucristo. Desde Él todo comienza a ser una realidad nueva y todo se convierte en fuente de paz y alegría”, sostuvo y agregó: “Dirigir nuestra mirada hacia Él y buscarlo donde nos espera, es el mejor camino para vivir este Adviento como tiempo de preparación y de encuentro nuevo con Él”.
Tras reconocer que “puede ser que lo conozcamos, pero siempre podemos avanzar en el conocimiento de Él”, explicó que “hay un conocimiento que se va adormeciendo, va perdiendo entusiasmo, se va quedando en una fe que no comunica vida ni alegría”.
“Cuando el cristiano pierde el horizonte de la santidad como camino al que está llamado, y se contenta con el cumplimiento de una vida buena pero gris, la alegría va desapareciendo. Que en Adviento recuperemos la alegría del encuentro con Jesucristo”.+
Texto completo de la alocución
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