La Rioja (AICA): Los fieles riojanos se concentraron el 31 de diciembre en plaza 25 de Mayo para revivir el tradicional Tinkunaco, cuyo momento culminante fue el encuentro entre las imágenes del Niño Alcalde y San Nicolás, que este año llevaron por lema “Junto al Niño Jesús Alcalde y San Nicolás, celebramos nuestra fe, como verdadera familia cristiana”. Las celebraciones estuvieron encabezadas por el obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo, y participaron autoridades políticas nacionales y provinciales. En su mensaje del inicio del año, el prelado riojano instó a los candidatos a las elecciones de este año a “escuchar el corazón del pueblo, a buscar de todos los modos posibles, conocer su sentir y vibrar con sus necesidades más hondas”.
Encabezada por el obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo, estuvieron presente autoridades provinciales, entre ellas el gobernador Beder Herrera, municipales y representantes de los pueblos originarios. También participó el ex presidente y actual senador nacional Carlos Menem.
Minutos antes de las 12, la sagrada imagen de San Nicolás de Bari, traspasó el portón del atrio de la Catedral acompañado por la guardia de honor integrada por los alférez, mientras tanto desde la Iglesia de San Francisco asistido por los allis, que encabeza el Inca Mayor trae en andas la imagen del Niño Dios vestido de Alcalde.
La procesión avanzó acompañada por el redoble de tambores y cánticos adoradores. La imagen de San Nicolás se detuvo frente a la Casa de Gobierno –a veinte pasos de la del Niño-.
El momento más simbólico es cuando el intendente de la ciudad se dirige al encuentro del Inca quien, en representación del Niño Dios vestido de Alcalde, le entrega una llave reivindicando la soberanía de su gobierno municipal sobre la ciudad.
Una vez producido el Tinkunaco las sagradas imágenes fueron trasladas hacia el interior de la catedral riojana, para que se celebren las misas.
El 1° de enero, en ocasión de la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, el día de San Nicolás y la Jornada Mundial por la Paz, monseñor Colombo presidió la misa de las 9.30.
En esa ocasión, el prelado destacó que en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz el papa Francisco “nos propone la fraternidad como una dimensión esencial de la vida de los hombres, querida por Dios Padre Creador, conquistada por la sangre de Cristo, nuestro Hermano”.
Al referirse a la pastoral diocesana, monseñor Colombo llamó a “profundizar en la renovación de los distintos servicios de la evangelización, asegurando una mayor formación inicial y permanente de nuestros catequistas y misioneros” y convocó a una “interacción coordinada de los organismos de asistencia y promoción humana (Cáritas, Pastoral de la Salud, Pastoral Carcelaria, entre otros) para respaldar el anuncio del evangelio con una eficaz acción solidaria”.
Tras invitar a un “intensa participación democrática de la ciudadanía” en un año electoral, reiteró la preocupación por “la inserción laboral de nuestros jóvenes y la atención integral de los problemas de la pobreza”.
El obispo riojano también pidió a los políticos y candidatos “escuchar el corazón del pueblo, a buscar de todos los modos posibles, conocer su sentir y vibrar con sus necesidades más hondas” y los exhortó a dejarse “interpelar por la vida real de nuestra gente, que se animen a buscar entender con todas sus energías aquellos aspectos muchas veces silenciados de la vida del pueblo, en las ciudades con sus barrios y nuevos asentamientos, en las sierras y montañas, en los llanos”.
“No desde los diagnósticos recurrentes de estadísticas muchas veces de extrema complejidad y lejanía de la vida, sino por el contacto personal e indispensable con el riojano real de hoy, con el vecino, con el usuario de servicios públicos, con el destinatario primero de las medidas que vayan a gobernarlo en justicia y dignidad”.
Monseñor Colombo estimó que, de este modo, “cuando se presenten como candidatos con toda conciencia y responsabilidad, tendrán el marco para conformar un sólido proyecto político, asegurando la vigencia indispensable de la honestidad como forma de vida de todo dirigente”.
“Que nadie llegue a la política ni a los cargos que en ella se procuran cubrir, para enriquecerse, para desentenderse de la vida de los pobres, para creerse omnipotentes o exentos de toda responsabilidad. Aunque parezca ingenuo o desconectado de la realidad, sólo en la inteligente y perseverante aplicación de este principio, la política honrará su lugar en la vida de nuestro pueblo”, agregó.
“Mis queridos hermanos, entremos en el año 2015 guiados por San Nicolás. El santo de la bondad y la providencia nos ayude a vivir en la presencia de Dios, caminar juntos bajo su mirada. Que María Santísima cuya fiesta hoy celebramos, nos tenga de su mano en el seguimiento de Cristo, nuestro Niño Alcalde y buen Pastor”, concluyó.+
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