¿de intelectual católico a católico vergonzante?
Tomás de Híjar Ornelas, Pbro.
Cronista de la Arquidiócesis de Guadalajara
Recién ve la luz, bajo el título ‘Agustín Yáñez Delgadillo (1904-1980)’ una importante biografía del intelectual y político tapatío en la que de forma sumaria se ofrecen datos de su vida que darán pie a ulteriores investigaciones.
En un tiraje de mil ejemplares salidos de las prensas de Pandora Impresores de Guadalajara, las 132 páginas de la obra, en papel fino y copiosas ilustraciones, con textos e investigación de Alicia Almanzar Curiel, Luis Valadez Gill, Hilda González Sandoval, Alejandro Ramos Escobedo, Rosa Sevilla Godínez y Luis Pérez García, revelan de forma escueta el derrotero vital de un joven entusiasta que en los primeros años de su vida abrevó de forma intensa en el catolicismo social, del que su padre era militante muy comprometido, de su paso por el Seminario Conciliar de Guadalajara, del que fue alumno regular entre 1919 y 1921, y del ejercicio que de forma precoz hará de la pluma, en ese momento de lado del periodismo confesional.
Un político atípico
Así lo llama Luis Pérez García, que introduce la obra y hace planteamientos para abordar la complejidad de la obra de Yáñez que siguen pendientes ante todo por las dificultades que él mismo interpuso para sortear, luego de una década muy intensa durante la primera parte de su vida, de 1917 al 27, al lado de la resistencia pasiva de los católicos, acaudillada principal pero no únicamente por el hoy Beato Anacleto González Flores.
Las páginas de esta nueva biografía, posible gracias al interés de la Universidad de Guadalajara, del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño y de la Asociación Cultural del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde, A.C., abren, la posibilidad de abordar el complejo proceso que orilló a Yáñez a injertarse gradualmente con un sistema político con cuya ideología no comulgaba pero que no le impedía obrar como lo hizo: con honestidad, competencia, rectitud y principios muy sólidos, en ese período en el que ser católico era incompatible con el ser político.
Falta, entonces, localizar y estudiar la producción germinal de Yáñez, que él mismo hizo cuanto pudo para que no figurara en su bibliografía, pero sin el conocimiento de la cual no es posible entender su obra posterior, tan estimada por propios y extraños.
Estupendo concierto para órgano en el templo de San Juan de Dios
El próximo miércoles 1º de febrero del año en curso 2017, a las 7.30 de la noche, en el Templo tapatío de San Juan de Dios (calzada Independencia y Javier Mina), se ofrecerá con entrada libre el tercer programa del Festival Musical ‘Francisco Javier Hernández’, que organiza la Asociación Cultural ‘Domingo Lobato’, A.C., bajo la dirección artística del Presbítero y Doctor Teódulo Arana Espinoza.
Esta vez el repertorio estará a cargo del maestro Jesús Salcido Aréchiga, quien presentará las siguientes obras: cantábile No. 6 y Rising love, de Enrico Pasini (Roma, 1935), VI Sonata de Felix Mendelssohn (1809-1847) y Primer coral, de César Franck (1822-1890).
El tapatío Jesús Salcido Aréchiga es licenciado en Canto Gregoriano, Órgano y Composición por la Escuela Superior Diocesana de Música Sagrada, institución de la cual es, a la fecha, docente. Fue discípulo del Presbítero Manuel de Jesús Aréchiga Fernández, de Domingo Lobato Bañales y del homenajeado Francisco Javier Hernández Vázquez. A la sazón se desempeña como Organista Titular del Templo Parroquial de Santa María Goretti, en la Capital de Jalisco.
Cabe señalar que el órgano Merklin de San Juan de Dios es, después del catedralicio, el más antiguo de Guadalajara. Se estrenó el 15 de octubre de 1893. En los años 40 del siglo pasado fue modificado y adquirido por 25,000 pesos por el señor Cura Tomás González quien dispuso su colocación donde actualmente se encuentra.
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