La presión política ha logrado que en dos años y medio se apruebe la ley de aborto bajo tres causales y que estén en discusión el proyecto de “matrimonio igualitario” con adopción de menores.
En Chile también existen una serie de normativas que cuestionan el derecho fundamental de los padres a educar a sus hijos e iniciativas que promueven la ideología de género en los colegios como el manual de sexualidad adolescente o el libro para párvulos Nicolás y sus dos papás.
Mons. Stegmeier manifestó en su columna semanal que existe una “colonización ideológica” “propiciada especialmente por Naciones Unidas y la Unión Europea” a través de “proyectos educativos y legislativos”.
“Chile es un ejemplo de esto con la reforma educacional, la ley del aborto y el envío al parlamento de la ley de matrimonio homosexual. El actual gobierno ha sido el principal instrumento de esta colonización ideológica, destinada a hacer pensar a los chilenos según los esquemas mentales de la Europa descristianizada y atea”.
“Esta colonización ideológica es gravísima, porque destruye las bases sobre las cuales se construye cualquier vínculo verdaderamente humano entre las personas, comenzando por el matrimonio y la familia, continuando con la escuela y la sociedad”.
Más aún, explicó el Prelado, “detrás de iniciativas supuestamente orientadas a asegurar la igualdad de derechos y evitar la discriminación según la orientación sexual, se esconde la ideología de género”.
“Su imposición por parte de organizaciones nacionales e internacionales, públicas y privadas, es llamada por el Papa Francisco ‘colonización ideológica’ de los pueblos”.
La Iglesia recuerda que su “oposición a la mentalidad anticonceptiva, a la legalización del aborto, al “matrimonio igualitario”, a la reforma educacional en su trasfondo ideológico y a toda otra iniciativa contraria a la verdad del hombre; es por el bien de la persona humana y de la sociedad”, precisó.
“Nuestra defensa del matrimonio entre un hombre y una mujer, fundamento de la familia, es en el respeto hacia personas con tendencia homosexual y evitando con ellas toda discriminación injusta. Pero de ninguna manera se puede equiparar el único matrimonio verdadero con uniones de cualquier otro tipo.
“Hemos de tomarle el peso a esta arremetida de la ideología de género y contrarrestarla con la verdad de la persona humana creada por Dios: hombre y mujer. En caso contrario, Chile será nuevamente colonia de las potencias europeas".
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— ACI Prensa (@aciprensa) August 25, 2017
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