Por Felipe MONROY |
A pesar de contabilizar más de 650 templos y conventos dañados en diez entidades de la República que afecta en buena media la operatividad de su servicio caritativo y espiritual, la Iglesia católica en México ha puesto en marcha una serie de acciones a través del Plan de Emergencia Estratégica para atender las zonas siniestradas por el paso de la tormenta Lidia el 31 en agosto, así como por los terremotos que asolaron el 7 y el 19 de septiembre a los estados del centro y sur del país.
Alfonso Miranda Guardiola, obispo auxiliar de Monterrey y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano, convocó a una nueva colecta nacional el sábado 23 y domingo 24 de septiembre próximos; la tercer gran colecta nacional en lo que va del mes.
“Valoramos y alentamos los esfuerzos de nuestros señores obispos, sacerdotes y sus comunidades parroquiales que han prestado ayuda ininterrumpida a los damnificados”, reconoció Miranda y señaló que “hoy más que nunca, estamos llamados a ser una Iglesia en salida capaz de ser pobre en tanto tiene la capacidad de vaciarse de sí misma para mostrar amor concreto”.
El obispo pidió que la ciudadanía mexicana y en participar los creyentes eleven la mirada y reencuentren un fin común: “que nos saque del egoísmo, protagonismo o interés particular”.
Por su parte el sacerdote Rogelio Narváez Martínez, secretario ejecutivo de la Pastoral Social y Cáritas mexicana, refirió que todas las diócesis del país han instalado centros de acopio y suman entre 20 y 25 toneladas de ayuda material.
Mientras, los donativos que feligresía y ciudadanos han realizado a las instancias religiosas suman al momento 2 millones 200 mil pesos; y al menos una docena de organizaciones católicas internacionales de ayuda humanitaria ya han ofrecido su apoyo a las autoridades eclesiásticas de México.
Narváez hizo un recuento oficial al momento de los tiempos católicos dañados en la República mexicana: suman un total de 650 siniestradas; 227 durante el sismo del 7 de septiembre y 423 por el temblor del martes 19.
Las diócesis más afectadas son Puebla y Morelos, con 200 y 89 templos dañados cada una. Pero la Ciudad de México suma 61 iglesias afectadas,Tuxtla Gutiérrez 52, Tehuantepec 51, Antequera-Oaxaca 55, San Cristóbal de las Casas 19, Tapachula 30, Ecatepec 10, Chalco 30, Tlaxcala 1, Nezahualcóyotl 3, Texcoco 12, Toluca 16 y dos en el estado de Guerrero.
En total es un patrimonio histórico, artístico y cultural irremplazable pues muchos templos siniestrados fueron levantados por los primeros misioneros evangelizadores dominicos, franciscanos y agustinos.
Finalmente y a pregunta expresa sobre perspectivas religiosas catastrofistas o apocalípticas, Miranda Guardiola señaló: “Más que palabras alarmantes lo qué hay que reconocer son los corazones de los mexicanos que salieron a las calles tratando de salvar a los hermanos afectados o heridos… esta generosidad nos habla del espíritu del mexicano que se levanta ante la adversidad y que no se derrota ante el catastrofismo”.
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