En el seminario han participado 82 invitados provenientes de los cinco continentes: 21 jóvenes, 17 expertos de universidades eclesiásticas, 15 expertos de otras universidades, 20 formadores y trabajadores de pastoral juvenil y vocacional, y 9 representantes de organismos de la Santa Sede.
Los organizadores del seminario pusieron un especial interés en que hubiera una importante presencia de jóvenes de diversos contextos geográficos, socio culturales y religiosos, con el objetivo de obtener sus contribuciones activas en los estudios y en los trabajos mediante sus experiencias de vida y sus reflexiones.
Los temas tratados en las sesiones de trabajo han sido: los jóvenes y la identidad, los jóvenes y sus proyectos, los jóvenes y la alteridad, los jóvenes y la tecnología, y los jóvenes y la trascendencia. A cada uno de los temas se le ha dedicado una sesión completa. Por la mañana se introducía una meditación bíblica y cada comunicación iba acompañada de un debate.
A lo largo de los cuatro días de trabajos y debates, se escucharon testimonios de jóvenes afectados por situaciones de conflicto bélico, y se estudiaron vías de recuperación y fortalecimiento de valores ante los retos actuales.
Se analizó la importancia de la educación en el proceso de formación de una identidad completa que responda a las necesidades de orientación y de reconciliación. Se expusieron las necesidades de muchos jóvenes emigrantes que abandonan sus países para escapar de guerras y situaciones de violencia, así como de situaciones de pobreza extrema y de falta de oportunidades.
Se expuso el desafío que supone para los jóvenes el mundo de la política y la responsabilidad social mediante proyectos de solidaridad. También se trató el reto que las nuevas tecnologías implican para las nuevas generaciones educadas en una sociedad fuertemente mediatizada, y sus problemas derivados tanto a nivel antropológico como moral y relacional, así como sus perspectivas en el ámbito de la evangelización.
Asimismo, se dedicaron varias reuniones de trabajo a estudiar la búsqueda de la trascendencia en los jóvenes de hoy y cómo la Iglesia puede llegar a esos jóvenes.
Por último, se realizó un balance de todos los trabajos y conclusiones a las que se llegaron en esos días en las que se evidenciaron las condiciones para acompañar a las nuevas generaciones tanto en el empeño como en el deseo de la Iglesia en la respuesta a la búsqueda de jóvenes que puedan ser protagonistas en la construcción de un mundo mejor.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 19 de septiembre de 2017
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