El Cardenal recordó que “Dios pensó en ti incluso antes de que comenzases a vivir en el vientre de tu madre”. Y preguntó: “¿Alguien te dijo alguna vez que el Señor piensa en ti para enviarte a una misión extraordinaria, para hacer de este mundo lo que Él quiso al crearlo?”.
En su carta, el Arzobispo de Madrid recordó que Dios “cuenta contigo, sencillamente porque te creó a su imagen y semejanza. No eres una cosa más de las muchas que Dios creó, eres su imagen y tienes una misión singular en este mundo de la cual no puedes evadirte, pues acabarías siendo infeliz”.
“Dios piensa en ti para enviarte a la misión, no te evadas, no te hagas el sordo; no quieras hacer tú misión, haz la que Dios propone y que tan bellamente se nos ha revelado en Jesucristo Dios y Hombre verdadero”, exhortó.
Además, subrayó que “evangelizar no es adoctrinar, no es dar simplemente un mensaje, es llegar al corazón de quienes nos escuchan y viven con nosotros y transformar su vida”.
En este sentido, “el que evangeliza, quien asume la misión, o llega a provocar que Cristo viva en aquel a quien evangeliza y, por tanto, le da una nueva vida, mira como miraba Jesucristo; actúa como actuaba Jesucristo”.
Por tanto, “quien evangeliza no es alguien que habla de algo que suena bonito, sino que cambia el corazón”.
Por último, destacó tres características del estilo misionero que quiere Jesús para los cristianos:
En primer lugar, “nuestro estilo misionero tiene un centro de referencia siempre”. Y ese centro “no puede ser otro que la persona de Jesucristo”.
En segundo lugar, “nuestro estilo misionero tiene una cara evidente siempre”. “Nuestro estilo misionero para ser convincente se tiene que apoyar en Jesucristo”, afirmó.
Por último, “nuestro estilo misionero tiene un camino siempre”. Ese camino “es el que trazó Jesucristo de una vez para siempre en el momento en que antes de ascender al cielo, reuniendo a los discípulos, les dijo: ‘Id al mundo entero y anunciad el Evangelio’”.
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