He leído vuestros comentarios acerca de mi idea. Uno de vosotros comentaba, con toda razón, que el sistema ofrece tantas ventajas que se crearía una discriminación respecto al trabajador nacional. Eso lo pensé ayer, cuando escribía el post. Por no alargarlo, no dije que el Registro Nacional de Emigrantes, acabaría siendo una parte del entero registro del que dispondría la nación. Si a ese registro pueden acceder todos, desde cualquier nación, las ofertas podrían provenir de cualquier lado del mundo. Por supuesto, si uno ha mentido, sería expulsado de inmediato.
Este mecanismo que he descrito muestra mi idea de las fronteras de las naciones tienen a desaparecer porque somos una única familia humana. Poco a poco, todos comprenderán que todos los seres humanos tienen que ser protegidos por los Estados de igual manera, porque las fronteras deben irse desdibujando.
Ahora bien, si los flujos de inmigración no son controlados de un modo racional, si un efecto llamada masivo se produce ahora, el resultado será justo el contrario que el que expongo como óptimo. Por eso Europa y Estados Unidos deben empeñarse en un plan decidido para, a corto o medio plazo, acabar totalmente con la inmigración ilegal. La inmigración ilegal es un mal para todos, no beneficia a nadie.
Estar en contra de la inmigración ilegal no es estar en contra de racionalizar el sistema para que el mayor número posible de seres humanos vaya adonde quiera en este mundo. Pero hay que ser realistas, Europa está al lado de cientos de millones de personas viviendo en la máxima pobreza. La idea del efecto llamada sobre una masa humana imposible de acoger es una realidad que no se puede soslayar. Ya, desde ahora, hay que trabajar para crear cauces racionales. Y el descontrol nunca ha sido un buen método.
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