Por Mary Velázquez Dorantes
El cine es uno de los medios de comunicación con mayor alcance, no sólo de entretenimiento sino también de terapia familiar, personal y afectiva. Los psicólogos lo llaman la filmoterapia, como una razón para ser felices, tener paz, buscar espacios de encuentros, sentir empatía y, sobre todo, combatir la soledad existencial
Entre cientos de historias, títulos y personajes la filmoterapia propone un espacio para que nuestra mente conserve la calma, recupere el sentido del humor, nos recuperemos del dolor y enriquezcamos nuestras vidas. En esta edición de El Observador de la Actualidad te presentamos cinco beneficios de ver una buena película:
RÍE CON ENERGÍA
Elige una historia que tenga la facultad de hacerte reír, donde los personajes sean tan originales o cotidianos como tú mismo. Busca una historia que despierte tu buen humor y provoque una risa contagiosa y medicinal.
El cine es capaz de despertar un sentido de alegría y diversión a través de hechos graciosos. Una buena película de comedia puede colaborar a aliviar el estrés, a sentir alivio frente los problemas, desactiva las respuestas agresivas, y, sobre todo, se propaga para tener buenas relaciones con los demás.
Al momento de elegir una película de humor encontrarás la complicidad con tus amigos, familia, pareja. Es el mejor aliado de la felicidad y es parte fundamental del humor social. Reír a través del cine cambia la perspectiva de las situaciones, aleja la tensión mental, te ayuda a deshacerte de los malos pensamientos y genera lazos de amistad. Puede ser en el cine o en casa donde selecciones una película, disfrutes la historia y relajes la tensión; la risa que te provoque ayudará a liberar la aprensión y el pánico.
MOTIVATE
El crecimiento personal es una tarea constante. El cine puede ser una gran herramienta para seguir desarrollando habilidades personales, motivarte e inspirarte a ser mejor persona. La vida personal se puede ver motivada por una historia basada en hechos reales, con personajes que vivieron situaciones semejantes.
La fragilidad humana puede ser rescatada por la fragilidad de otras historias que dejaron legado en el camino de la vida. El cine es motivación cuando los mensajes construyen personas valientes, de coraje por la vida.
La información que se encuentra en las cintas de inspiración pueden colaborar a resolver problemas, a tomar las situaciones con prudencia, a tener perspectiva de las cosas o ser introspectivo frente a la realidad. Una buena película puede motivar al espectador a realizar una tarea diferente, a enfrentar sus miedos, a combatir el desánimo, a generar nuevas amistades, a ver la vida como una aventura.
SÉ POSITIVO
El impacto de las películas positivas ayuda a los seres humanos a tener mejores niveles de inteligencia emocional e intelectual. Las películas cuyo mensajes son positivos para la vida aumentan los deseos de vivir y las buenas intenciones con los demás, apuntan los expertos en psiquiatría. Al elegir películas cuyo contenido es de propuesta frente a las crisis de la vida cotidiana se puede reflexionar, opinar, y debatir con libertad. Ante un momento de pena o angustia una película positiva aporta experiencias de aprendizaje y reflexión, además de desencadenar la activación de valores que internamente estaban en pausa.
Los psiquiatras afirman que las patologías mentales se pueden combatir con películas que tengan mensajes de esperanza, ánimo, libertad, axiología, dado que exponen una realidad sana, lejos de la enfermedad con la que una persona puede convivir.
EMOCIÓNATE
El factor emocional tiene un alto sentido de relación con las historias del cine. Se trata de valorar cuántas emociones puede experimentar una persona, además de generar salud y bienestar emocional.
La vida humana y sus conflictos se expone en diversas historias que llegan a través del cine, lo que permite abrir una ventana donde se pueden expresar, reconocer, identificar y transformar emociones como el gozo, la tristeza, la risa, el amor. La persona que ve películas donde las emociones se exploran genera mejores momentos para la existencia, evita la superficialidad y encuentra espacios de conversación con quienes les rodean. La trivialización se deja a un lado, logrando que se produzca mayor percepción sobre los entornos, haciendo lecturas emocionales que se reproducen en la vida diaria.
CONTRASTA
La realidad del cine ayuda a valorar los diferentes escenarios que viven las personas. Permite contrastar realidades semejantes a la vez que son impares. El cine es una fábrica de historias que ayudan a dar ejemplos de bondad. Se trata de un juego simbólico con lo que se conoce y desconoce; fomenta la posibilidad de hacernos felices con sencillo pasos. Los miedos, los sueños o los deseos abren la magia de las buenas historias. Puede ser un refugio para comprender los momentos humanos y volver a reescribir las biografías personales.
Publicado en la edición impresa de El Observador del 21 de octubre de 2018 No.1215
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