Diez de las futuras beatas vivían en Las Rozas, a las afueras de Madrid. Al inicio de la Guerra Civil Española su convento fue asaltado por los milicianos. Entonces, las religiosas se refugiaron en un apartamento en el centro de la capital en julio de 1936.
El 8 de noviembre de ese mismo año, un grupo de milicianos obligaron a las hermanas a salir de la casa en grupos de tres, para posteriormente ser fusiladas.
Las cuatro religiosas restantes que integran la causa fueron asesinadas en distintas circunstancias.
Estas religiosas poseen una calle en Madrid en recuerdo de su martirio, llamada “Mártires concepcionistas”. A pesar de que el PSOE y Podemos intentaron cambiar el nombre de esta calle por la aplicación de la Ley de Memoria Histórica, no lo consiguieron.
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