El Purpurado también dijo que sus recientes negaciones sobre si conocía supuestas faltas de McCarrick se referían solo al tema de abuso sexual de menores.
En una carta del 12 de enero a los sacerdotes, el Cardenal Wuerl dijo que en 2004 recibió una queja de “conducta inapropiada” de McCarrick por parte de un ex sacerdote que informaba principalmente sobre otros incidentes de abuso sexual, como uno relacionado con un sacerdote de Pittsburgh. En aquel tiempo Wuerl era Obispo de Pittsburgh.
“El informe completo también se entregó inmediatamente al Nuncio Apostólico, el representante Papal en los Estados Unidos. Habiendo actuado de manera responsable con la acusación relacionada con el comportamiento del obispo McCarrick con un adulto y sin escuchar nada más sobre el tema, no volví al asunto”, escribió el Cardenal Wuerl.
“El hombre pidió confidencialidad para proteger su propio nombre”, acotó.
El 20 de junio de 2018, la Arquidiócesis de Nueva York anunció que había considerado creíble una acusación de abuso sexual de un menor contra McCarrick, quien se desempeñó como sacerdote en Nueva York en la década de 1970. Los informes de los medios posteriormente revelaron denuncias de que McCarrick había abusado sexualmente en serie, de al menos dos muchachos adolescentes, y que había participado en conducta sexual coercitiva con sacerdotes y seminaristas durante décadas.
El Cardenal Wuerl escribió en una carta del 21 de junio dirigida a su diócesis que estaba “conmocionado y entristecido” por las denuncias contra McCarrick, su predecesor como Arzobispo de Washington.
En la misma carta, el Purpurado afirmó que “no se hizo ningún reclamo, creíble o de otro tipo, contra el Cardenal McCarrick durante su tiempo en Washington”.
En julio, el Cardenal Wuerl dijo a la emisora radial WTOP que nunca había escuchado rumores de conducta sexual inapropiada con respecto a McCarrick. En agosto, le dijo a CBS News que no estaba al tanto de los rumores de que McCarrick tenía relaciones con otros sacerdotes.
La carta del Purpurado del 12 de enero de 2019 decía que sus comentarios solo se referían a rumores sobre el abuso sexual de menores.
“Cuando se presentó la acusación de abuso sexual de un menor contra el arzobispo McCarrick, declaré públicamente que nunca tuve conocimiento de ninguna de esas acusaciones o rumores. Esta afirmación fue en el contexto de los cargos de abuso sexual de menores, que en ese momento era el foco de discusión y la atención de los medios”.
“Si bien uno puede interpretar mi declaración en un contexto diferente, la discusión y la adjudicación del comportamiento del Arzobispo McCarrick se refieren a su abuso de menores”, escribió el Cardenal Wuerl.
Este último recibió la queja en 2004 de Robert Ciolek, un exsacerdote de la Diócesis de Metuchen, donde McCarrick fue obispo desde 1981 hasta 1986.
En una declaración del 10 de enero de 2019, la Diócesis de Pittsburgh dijo que Ciolek apareció en noviembre de 2004 ante su junta de revisión diocesana para discutir la acusación de abuso que realizó contra un sacerdote de Pittsburgh.
Durante esa reunión, el “Sr. Ciolek también habló de su abuso por el entonces Cardenal Theodore McCarrick. Esta fue la primera vez que la Diócesis de Pittsburgh se enteró de esta acusación”, dice la declaración.
“Unos días después, el entonces obispo Donald Wuerl hizo un informe de la denuncia al Nuncio Apostólico en los Estados Unidos”.
La carta del Cardenal Wuerl no ofreció detalles sobre las acusaciones específicas que Ciolek hizo contra McCarrick, pero el portavoz de la Arquidiócesis de Washington, Ed McFadden, dijo la semana pasada a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que se refirieron al comportamiento de McCarrick en su casa en la playa de Nueva Jersey, donde se alega que el arzobispo compartió camas con los seminaristas e intercambiaban masajes de espalda.
McFadden dijo que Ciolek “nunca reclamó un contacto sexual directo con McCarrick” en su queja al Cardenal Wuerl.
El Cardenal Wuerl fue designado para Washington en 2006. Su renuncia como Arzobispo de Washington fue aceptada el 12 de octubre de 2018, aunque fue designado para servir como líder interino de la Arquidiócesis hasta que su sucesor pueda ser nombrado. Algunos observadores del Vaticano esperan que ese nombramiento se haga antes de la cumbre de febrero en el Vaticano sobre el abuso sexual infantil.
La carta del Cardenal del 12 de enero reconoció ante los sacerdotes de Washington que la controversia que rodea a McCarrick “ha sido perjudicial en su ministerio y es difícil para ustedes personalmente”.
El Cardenal dijo que estaba compartiendo su perspectiva con los sacerdotes mientras “confiaba en su comprensión”.
“Mis comentarios no pretenden ser una defensa propia, sino una forma de compartir algunos pensamientos personalmente con ustedes”, concluyó.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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