Pbro. Tomás de Híjar Ornelas
Como un buen ejemplo a imitar es el fruto de una propuesta plástica que se ofreció hasta el 6 de enero del año en curso 2019 en el Museo de las Artes (MUSA) de la Universidad de Guadalajara, que aprovecha de la mejor forma las instalaciones del Paraninfo de esa Casa de Estudios.
El legado Grodman
Luego de una existencia que se alargó de forma extraordinaria, la doctora en medicina Pyrrha Gladys Grodman (1915-2014), de nacionalidad estadounidense, legó a su muerte 9 millones de dólares a la máxima casa de estudios de Jalisco, perpetuando así su amor al pueblo de México, cuya cultura conoció y amó al calor de un suceso inesperado: quebrantos de salud, que le llevaron a pasar una estancia larga en Guadalajara, pasando aquí, según sus palabras, la mejor época de su vida, y durante la cual se involucró de forma intensa con la comunidad tapatía y aun con artistas plásticos locales, de algunos de los cuáles fue cliente y mecenas, como fue el caso de José María Servín, (1917-1983), que le dedicó el cuadro que ilustra esta nota y que lleva por título El Cardiólogo.
Tan vivo fue ese recuerdo, que, dijimos, dispuso de su patrimonio para sostener un programa de producción artística de trabajos de titulación de la Universidad de Guadalajara y cuatro estímulos becarios: de excelencia académica, de posgrado a mexicanos en centros universitarios de los Estados Unidos, de Intercambio académico, lingüistico y cultural entre los Estados Unidos y el Estado de Jalisco, que incluye estancias cortas de estudio o de investigación en el extranjero y un programa de inmersión ingüistica y cultural para estudiantes méxico-americanos, estadounidenses y mexicanos con residencia estadounidense que deseen perfeccionar su español en Guadalajara.
Los frutos del legado de este año 2018
En breve tiempo, el comité evaluador del Legado Grodman ha favorecido a 95 estudiantes universitarios en estas condiciones: 12 para las becas para artistas jaliscienses, 18 para la producción artística de trabajos de titulación, 35 para estudiantes de excelencia académica y 30 para el programa de Inmersión al Español y Cultura Mexicana.
En ese contexto, el MUSA presentó, de noviembre del 2018 al 6 de enero del 2019 el trabajo de los beneficiarios de las becas, dando fe con ello de las ventajas muy notorias que tiene ese estímulo.
En la ceremonia inaugural participó Ellen Eade, albacea de la fortuna de la dictora Grodman, de la que recordó cómo fue abandonada por sus padres en un orfanato de Nueva Orleans, no obstante lo cual se preparó académicamente hasta alcanzar en su profesión como médico forense un prestigio muy grande y cultivar, además, inquietudes personales en el ámbito de las matemáticas, las lenguas, la pintura y la poesía, no menos que relevantes investigaciones médicas.
Su compromiso por las culturas amerindias y la de la comunidad hispana residente en los Estados Unidos lo hizo tangible dedicando no poco de su tiempo libre a labores altruistas y de voluntariado, que ahora perpetuará su legado.
Como el Fraile de la Calavera
El buen ejemplo de la doctora Grodman descansa en el que en su tiempo tuvo el visionario obispo de Guadalajara Fray Antonio Alcalde, que hizo posible la apertura de esta Casa de Estudios en 1792, lo cual la convierte no sólo en una de las más antiguas del continente americano, sino también en una casa formativa donde los valores humanísticos y humanitarios han de mantenerse en el rango de apertura a favor de todos los jóvenes hijos de familias de clases sociales impedidas por sus escasos ingresos a costear su formación en instituciones educativas privadas.
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