Manuel Cubías - Ciudad del Vaticano
ONU establece día mundial de los padres y las madres. Destacando el papel crítico de los padres en la educación de los niños, el Día Mundial de las Madres y los Padres reconoce también que la familia tiene la responsabilidad principal en la alimentación y en la protección de los niños. Para el pleno y armonioso desarrollo de su personalidad, los niños deben crecer en un ambiente familiar y en una atmósfera de felicidad, amor y comprensión.
Los objetivos centrales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, aprobada por los líderes mundiales en 2015, se enfocan en el fin de la pobreza, la promoción de una prosperidad económica compartida, el desarrollo social y el bienestar de las sociedades, al tiempo que preservan el medio ambiente. Las familias permanecen en el centro de la vida social asegurando el bienestar de sus miembros, la educación y la adaptación social de los niños y jóvenes, así como el cuidado de los jóvenes y los mayores.
Las políticas familiares orientadas pueden contribuir al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 1 y 5 relacionados con el fin de la pobreza y el hambre, asegurando y promoviendo la salud y el bienestar en todas las edades, garantizando las oportunidades educativas a lo largo de la vida y consiguiendo la igualdad de género.
Menos niños que viven con Papá y mamá en América Latina y España
Casi dos millones de hogares en España están formados por familias monoparentales. De ellos, alrededor del 80% tienen a una mujer al frente con uno o varios hijos.
En el caso salvadoreño, un estudio realizado en 2015, observa un aumento en el porcentaje de jefes de hogar adolescentes –entre 14 y 17 años– al frente de familias nucleares o monoparentales. La formación de una familia en la adolescencia se convierte en una fuente de vulnerabilidad, cuando paralelamente los jovencitos abandonan el sistema escolar sin haber completado su educación formal, debiendo ingresar al mercado laboral en trabajos de baja remuneración y sin acceso a seguridad social, o bien dedicarse al cuido de los hijos –cuando estos nacen–. En la mayoría de casos, la jefatura de la familia monoparental recae en la mujer (86.7% en 2012).
En Colombia, el porcentaje de niños que conviven con sus madres y sin ninguna otra figura paternal subió desde 17% a 22% entre 1997 y 2014, y en Ecuador el porcentaje de niños quienes residen con madres solteras creció desde 12% a 20% entre 1995 y 2014. La paternidad sin pareja ha sido tradicionalmente el dominio de mujeres y esta tendencia no ha disminuido en la región. Tomando a todos los niños quienes conviven con padres solteros, más del 90% residen con sus madres en los cinco países examinados.
Esta tendencia de la estructura familiar, en toda la región, puede tener efectos que impacten negativamente la vida de los niños, como escaso acceso de los niños a la atención y educación de los padres, y a recursos financieros, así como a gozar de una familia estable que les permita crecer y desarrollarse como ciudadanos plenos.
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