Griselda Mutual – Ciudad del Vaticano
«Es una realidad que las personas trans han sido históricamente de los grupos más discriminados por su condición, lo que genera un gran dolor. El Evangelio nos interpela: no podemos más que estar del lado de los que tanto sufren en nuestra sociedad» escribe el cardenal Sturla en la carta a los católicos, con fecha 26 de julio, en la que reitera la postura de la Iglesia, ya expresada en el documento de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU): “No a la discriminación, sí al respeto” del 10 de noviembre de 2014, y recuerda también el documento contrario al proyecto de Ley Integral para Personas trans de la Comisión de Familia de la CEU del 7 de mayo de 2018.
Los que sufren siempre contarán con el apoyo y acompañamiento de la Iglesia
A propósito de su posición sobre la ley, el arzobispo de Montevideo señala que está “en contra de varios artículos de la ley porque están basados en la ideología de género y establecen una disociación género-sexo que es incompatible con el sentido común y con la antropología cristiana”. Indica, sin embargo, que “la ley ampara a un pequeño grupo de personas que han sido discriminadas” y que “ellas merecen por esta situación ser tenidas especialmente en cuenta”.
Buscar caminos para cambiar artículos que significan postura ideológica
He aquí que interpone la pregunta acerca de si es oportuno adherir al pre referéndum fijado para el próximo 4 de agosto: el purpurado entiende que “hay que buscar otros caminos para poder cambiar los artículos de la ley que significan una toma de postura ideológica del Estado, y, al mismo tiempo, atender y reparar la situación de discriminación que han sufrido las personas trans”.
Ideología de género, colonización ideológica: hay que discernir
«La “ideología de género” – dice – cuya existencia es negada por aquellos que la promueven, ha sido definida por el papa Francisco como un tipo de “colonización ideológica”. Lo que cabe frente a ella es una postura propositiva basada en la antropología cristiana, como es por ejemplo la propuesta de educación afectivo-sexual “Aprender a amar” presentada en 2017 por la Iglesia de Montevideo, que muchos padres y educadores han asumido».
De ahí que el arzobispo invite a discernir a la luz del Espíritu Santo, y a tomar la posición que los católicos consideren más adecuada “con libertad y madurez” y con rectitud de conciencia. A ellos recuerda también que, como en la parábola evangélica, “muchas veces aparecen juntos el trigo y la cizaña”.
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