La Santa Sede me ha nombrado director general del programa de pérdida de peso de los canónigos. La jurisdicción de este departamento es mundial.
A partir de ahora, visitaré por sorpresa a los cabildos y durante un par de meses haremos ejercicio juntos. O, mejor dicho, yo supervisaré. Ya me veo yo obligando a hacer diez flexiones más a algún rollizo prebendado con mi fusta en la mano, gritando (animándole) como el típico sargento de los marines.
Habrá también clases prácticas de nutrición:
–pizza, mal
–helados, muy mal
–donuts, mal
Y clases acerca de cómo vestirse:
–pantalones tejanos con camisa negra clerical, mal
–pantalones negros con camisa, gris, regular
–pantalones cortos con camisa hawaiana, en la playa bien
–canónigo en la playa, mal; mejor montaña
Nota: Es muy posible que vaya a salir una norma que prohibirá a los sacerdotes repetir de postre. También estará prohibido el chocolate, a no ser que forme parte de otro plato. Los helados solo estarán permitidos los domingos y solemnidades.
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