“Nuestro Señor dijo que siempre tendríamos a los pobres con nosotros, quiere decir que hay algo inherente a la condición humana, de la cual surge el fenómeno de la pobreza. Por tanto, el intento de eliminar algo que tiene su origen en nuestra propia condición, probablemente tendría el mismo éxito que la extirpación quirúrgica de nuestra propia sombra... reconocemos que siempre habrá pobres, pero esto de ninguna manera significa que no haya nada que podamos hacer por ellos, porque donde allá donde se encuentre la pobreza, allí estará la Iglesia, motivada por la visión de Cristo en el rostro de los más olvidados”, explicó.
El Cardenal Martino dijo estas palabras en el discurso inaugural del tercer congreso internacional sobre la Dignidad Humana, que celebró el “Dignitatis Humanae Institute” del 26 al 29 de junio en el Vaticano sobre el tema: “Pobreza y el Dios Común: Poniendo una opción preferencial por los pobres, y el servicio de la dignidad humana”.
El encuentro contó con la participación de un gran número de expertos en la defensa de la dignidad del hombre de acuerdo a las enseñanzas de la Iglesia Católica, ante las organizaciones internacionales, como Carlo Casini, Presidente del Movimiento Italiano Pro Vida.
“Para la Iglesia –continuó el Cardenal Martino-, la opción por los pobres primordialmente es una categoría teológica más que una categoría cultural, sociológica, política o psicosocial. Dios muestra a la pobreza su misericordia primordial. Esta divina preferencia tiene consecuencias para la fe de los cristianos, llamados a tener la misma mentalidad de Jesucristo”.
El Purpurado, quien trabajó por años como Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, señaló que en los últimos cien años hemos asistido a un intento falaz de enfocar la idea de la igualdad y la distribución de la riqueza como la solución a la pobreza.
Partiendo de la base de que no se puede distribuir la riqueza a los pobres antes de que la riqueza se ha creado, el Purpurado indicó que “más que repartición de las riquezas, lo que realmente es necesario es la creación de puestos de trabajo dignos”.
Por último, el Cardenal Martino subrayó que hay “que seguir plenamente una autentica opción preferencial por los pobres, significa que hay que potenciar las políticas que realmente, de hecho, ayudar a los pobres… porque cada persona tiene una dignidad infinita porque fue creada a imagen y semejanza de Dios”.
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