El Prelado consideró que “cuando ponemos todo en nuestra vida, siempre ganamos”, y valoró el ejemplo que deja el desempeño del combinado nacional: “¡Qué buena enseñanza para nuestra vida! No siempre vamos a recoger éxitos, pero no es tan importante ser exitosos como ser fieles y sacrificados para lograr nuestros objetivos”.
“Cuando lo damos todo para preparar un examen, cuando nos esforzamos en nuestro trabajo, cuando luchamos por crecer en nuestra vida, ya hemos ganado independientemente de los resultados. Los muchachos de la selección lo pusieron todo. ¡Por lo tanto ganamos todos!”, consideró.
“¡Felicidades a todos los argentinos! Y ahora a seguir con la camiseta celeste y blanca para construir con sacrificio y generosidad una patria de hermanos. Dios los bendiga y la Virgen los cuide”, fue el mensaje del Obispo, que durante el Mundial se acercó en varias ocasiones a celebrar las victorias argentinas a la Plaza Libertad.


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