El Ministerio Fiscal solicita penas que van desde los 9 a los 13 años de cárcel por un delito de estafa y otro de insolvencia punible para 6 de los 14 responsables de una congregación de testigos de Jehová a los que acusa de haberse apropiado de más de 170 millones de euros recolectados, a base de falsas promesas, entre más de 1.300 adeptos de la secta en toda España. Lo cuenta Carlos Quílez en Economía Digital.
Los hechos se remontan a 2001, cuando 14 ancianos (nombre con el que conocen los testigos de Jehová a sus pastores espirituales) utilizaban las ceremonias religiosas para recolectar entre su parroquia dinero en efectivo “para la construcción de un hospital en Barcelona, que, bajo nuestra dirección, no suministre trasfusiones de sangre a los enfermos de nuestro culto”.
Estafa… y blanqueo de capitales
Unos 1.300 miembros del movimiento pagaron distintas cantidades y en distintas ocasiones cuando los ancianos pasaban el cepillo. Y lo hicieron en la creencia que su dinero iba a servir, efectivamente, para la construcción de dicho hospital. Pero pasaron los años y eso no ocurrió. Tal y como ha quedado acreditado en el juicio que contra esos responsables se ha seguido recientemente en la Audiencia de Barcelona, los líderes espirituales imputados se quedaron el dinero.
Y no sólo eso: con la ayuda de abogados y testaferros, enviaron 80 de los 170 millones estafados a sus correligionarios a cuentas bancarias domiciliadas en Suiza. De hecho, la Audiencia Nacional ya los ha condenado por blanqueo de capitales.
La Audiencia Provincial de Barcelona, que los acaba de juzgar por estafa y por insolvencia punible, ha confirmado que al menos uno de los inicialmente imputados se ha dado a la fuga y se encuentra en búsqueda y captura internacional.
Tuvieron una fe ciega
Los ancianos que sí se han sentado en el banquillo de los acusados reconocen que no han cumplido su promesa de construir el hospital, pero lo atribuyen a las trabas de la Generalidad de Cataluña y del Ayuntamiento de Barcelona para la concesión de los pertinentes permisos. No han sabido cómo justificar, sin embargo, el blanqueo de capitales que les imputan por la evasión de los 80 millones.
Los denunciantes, algunos con lágrimas en los ojos, reconocieron en la vista oral que durante años “tuvieron una fe ciega en sus pastores” y que se sienten doblemente castigados… “porque nuestra religión nos prohíbe expresamente mentir… y esos ‘ancianos’ nos han mentido y nos han robado”.
La Audiencia Provincial de Barcelona dictará sentencia durante la primera semana de febrero.
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