Según informó Radio Vaticana, el encuentro tuvo lugar en la Nunciatura Apostólica de Manila y duró unos 20 minutos. El Arzobispo de Manila (Filipinas), Cardenal Antonio Tagle, actuó como traductor y extendió el profundo pesar del Pontífice por esta pérdida.
El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, explicó ayer que el Papa había pedido mayor información sobre la familia para transmitir sus sentimientos de pesar.
En el día de hoy, el portavoz del Vaticano ha señalado que al padre le consoló el hecho de que su hija hubiera prestado su ayuda para preparar la visita del Papa.
La madre de Kristel no puedo asistir al encuentro con el Papa Francisco, ya que en el momento del accidente la mujer se encontraba en Hong Kong (China). Regresará a Filipinas el próximo lunes.
Después de consolar al padre de Kristel, el Papa Francisco visitó la Pontificia y Real Universidad de Santo Tomás, donde expresó su pesar y pidió rezar por el alma de la voluntaria a los miles de jóvenes que asistieron al evento.
“Yo quisiera que nosotros todos juntos, y ustedes jóvenes como ella, rezáramos en silencio un minuto y después invocáramos a nuestra Madre del Cielo”, invitó el Pontífice, secundado por un conmovedor silencio y el rezo mariano.
Después del silencio inició el rezo del Avemaría en español, secundado por los presentes en inglés. “Hagamos también una oración por su papá y su mamá, era única hija, su mamá está llegando de Hong Kong, y su papá ha venido a Manila a esperar a su mamá”, añadió.
La joven falleció luego de que un andamio con altavoces colapsara y cayera sobre ella debido a los fuertes vientos de la tormenta Amang.
Padasas fue declarada muerta ayer a las 2 p.m. (hora local) en el Hospital de San Pablo de Tacloban. La Ministra de Salud de Filipinas, Janette Garin, explicó a la agencia Rappler que la joven estaba luchando por su vida cuando llegó al hospital alrededor de las 12:55 p.m. “El infortunio ocurrió poco después de que ella alcanzara a ver al Papa en persona”, dijo.
La joven había colaborado durante la crisis por el tifón Yolanda en 2013 junto a Catholic Relief Services, la agencia de ayuda humanitaria (CRS) de la Iglesia Católica en Filipinas y Estados Unidos.
A través de un comunicado, la CRS Filipinas extendió sus oraciones por su pérdida y su familia, y aseguró que sus compañeros recuerdan a Kristel “como alguien que le gustaba reír y ayudar más allá de sus deberes habituales. Y encontró gran alegría en contribuir a los esfuerzos de recuperación mediante el trabajo directo con las comunidades y las familias”.
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